En la sala de audiencia de la sede de Fiscalía de Casilda se celebró una la instancia de acusación formal para un hombre de 57 años de la localidad de Arequito, imputado por abuso sexual, amenazas, corrupción de menores y tenencia de arma, donde la víctima denunciante es su propia hija dice Casilda Plus
El padre, según el testimonio presentado por el fiscal Juan Pablo Baños y que se sustenta en el relato de la mujer denunciante, comenzó a abusar de su hija desde los 9 años, es decir, hace 23 años atrás sin que nadie de su entorno lo sepa.
En nombre de la defensa del acusado estuvo la defensora pública Julia Giordano y el tribunal estuvo a cargo de la Jueza Mariel Minetti, quien determinó Prisión Preventiva por plazo de ley para el sujeto que sería padre y abuelo, al mismo tiempo, de los pequeños productos de los aberrantes abusos sexuales.
Si bien no se concretaron oficialmente las pruebas de ADN para las partes, el propio Juan Pablo Baños confió a Radio Casilda que dentro del proceso investigativo, estas muestras serán claves ya que determinarán o no la relación paterna del acusado con los hijos de su hija.
La historia
Cuando la denunciante tenía 8 años, su padre comenzó a sobrepasarse, hasta que a los 9 años de edad y en una zona alejada de Arequito, abusó sexualmente de ella por primera vez. Luego de eso y según sustenta el relato de la audiencia, los actos aberrantes nunca se detuvieron hasta este último sábado cuatro de enero, donde en el mismo domicilio que vivían víctima y victimario, se dieron los hechos nuevamente.
Las denunciadas amenazas, incluso mediante “sometimientos” varios, el padre imputado no dejaba moverse sola a su hija e incluso, amenazaba de muerte, a ella y a sus hijos. El apoyo de personas cercanas a la víctima, dieron como resultado que la misma pueda poner en relato lo ocurrido durante tanto tiempo.
Dentro de las resoluciones del tribunal se determinó que la prisión preventiva se diera por la posibilidad de que el denunciado obstaculice el normal desarrollo de la investigación, y a su vez por la posibilidad de riesgo de fuga.