(Por Manuel Tejo, de la agencia DIB).- Los costos fijos para trasladarse de ciudad con el objetivo estudiar pueden ascender a los $ 25.000 con una rutina «austera» en los principales centros universitarios bonaerenses, a pesar de que el incremento de los alquileres en el último año fue por debajo de la inflación. Los chicos eligen vivir en compañía para pagar menos y tener un riguroso control de gastos.
Para los jóvenes de las ciudades del interior, que tienen poca o inexistente oferta universitaria, estudiar es muchas veces un sueño difícil de concretar. Y para el año que viene, con una inflación proyectada acumulada cercana al 55% para diciembre, requerirá de un esfuerzo mayor de las familias.
En La Plata, los alquileres para 2020 ascienden entre un 30% y un 35% con respecto a este año. En la zona «facultades», el precio de un monoambiente puede ir de los $ 6.000 a los $ 10.000, aunque en los más baratos las expensas suben robustamente. Un departamento de un ambiente cuesta entre $10.000 y $ 12.000; y con más de una habitación, por encima de los $ 14.000.
Germán Schierff, presidente de la Asociación Platense de Inquilinos, le dijo a DIB que «las unidades pequeñas son las de mayor demanda» en la capital provincial y que la opción de alquilar en grupo un departamento más grande «es en términos relativos más barato, pero los costos para entrar son mucho más altos».
Como opción más económica, en la zona céntrica, hay una gran variedad de pensiones con precios a partir de los $ 4.000. En tanto, también existen albergues municipales y el de la propia Universidad Nacional de La Plata (UNLP) que cuenta con una capacidad superior a los 130 alumnos. Para esta posibilidad gratuita hay tiempo de inscripción hasta el 6 de diciembre.
En Tandil, donde está la sede central de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen), los alquileres son un poco más accesibles. Un departamento de un dormitorio, con una extensión cercana a los 45 metros, cuesta entre $ 8.000 y $ 9.000.
«Los propietarios tandilenses han tomado consciencia con el asesoramiento de los martilleros y hemos logrado mantener los valores para que las unidades no quedaran desocupadas. Estamos usando el costo del 30% de un año al otro en el contrato», le explicó a esta agencia Antonio Comiso, del Centro de Martilleros de Tandil. A pesar precios medianamente bajos, el referente inmobiliario contó que los estudiantes «se juntan de a dos» para alquilar departamentos más grandes y «aliviar gastos».
En Bahía Blanca los costos de alquiler se incrementaron menos de 30%. En la zona universitaria, un departamento de un ambiente está unos $ 7.500, más expensas de alrededor de $ 1.500 (las extraordinarias quedan a cargo del dueño del inmueble, al igual que el impuesto municipal). Con dos dormitorios, el precio asciende a 9.500.
En esa ciudad, la Universidad Nacional del Sur recibe jóvenes tanto de esa zona de la provincia de Buenos Aires, como de La Pampa y de la región patagónica. Allí, también abundan los alquileres en grupo: «Se está dando en esta oportunidad que los chicos están buscando departamentos de dos dormitorios para alquilarlos entre dos o tres. Es mucho más económico, pero después está la convivencia», le contó a DIB el titular del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Bahía Blanca, Carlos Esteban. Y estimó: «Mandar a un chico a estudiar le cuesta a una familia $ 25.000, siempre y cuando el hijo realice una vida ‘gasolera’».
En la ciudad de Buenos Aires, otro destino que también eligen muchos bonaerenses, los alquileres varían mucho según cada barrio: mientras un departamento chico en Recoleta puede estar cerca de los $ 20.000, en Balvanera puede descender a los $ 16.000.
Un ingreso alto
El ingreso a un departamento demanda varios desembolsos. «Los honorarios de una inmobiliaria no pueden superar el 4% del total del contrato. Eso es casi un mes de alquiler. Y el depósito no puede superar el mes por año de contrato. También hay montos fijos como timbrado, averiguación de garantías y certificación de firmas», detalló el presidente de la Asociación Platense de Inquilinos.
De esta manera, contando el primer mes de alquiler y el depósito, solo empezar a vivir en un departamento puede costar alrededor de unos $ 35.000 y aumentar a unos $ 45.000 en el peor de los casos.
Esto siempre puede variar según la voluntad de las partes. En Bahía Blanca, señaló Esteban, «facilitamos mucho el tema de la garantía y no cobramos el mes de depósito, sino que hacemos un documento firmado entre los garantes y el inquilino». «Le buscamos la vuelta para que no sea un inconveniente estudiar. Los estudiantes son muy buenos inquilinos», agregó.
Por su parte, Schierff indicó: «Los derechos del inquilino están marcados por el Código Civil. Las obligaciones del dueño no se pueden cambiar. Nosotros, en La Plata, le recomendamos a los estudiantes informarse bien y brindamos consultas si es necesario».
Otros consumos
Una compra completa mensual de supermercado para una persona (alimentos, productos de limpieza y perfumería), más carnicería y verdulería, no baja hoy de los $ 5.000. Esto sin contar los aumentos que se vienen por la suba de las naftas y algunos valores de la devaluación que todavía no se trasladaron a la góndola.
También deben sumarse los costos de servicios que varían según la ciudad y el consumo. En Bahía Blanca, por ejemplo, la factura mensual promedio de gas en hogares es de $ 1.568, aunque puede bajar considerablemente si se gasta menos. En tanto, un consumo básico de luz puede estar en los $ 800 en la zona céntrica de La Plata. A todos estos gastos hay que agregarle la compra de libros o fotocopias, y las actividades de esparcimiento que los chicos realicen.
En el caso del transporte, para La Plata, Bahía Blanca y distritos del conurbano existe como alivio el boleto gratuito estudiantil. Aunque no cubre larga distancia y en esto los estudiantes del interior que viajan a visitar a sus familias corren con desventaja: por ejemplo, ida y vuelta de La Plata a Tres Arroyos cuesta más de $ 3.000.