La investigación del Ministerio Público Fiscal de la Nación logró identificar los distintos estamentos de la estructura narcocriminal, que tenía un eslabón clave que operaba desde la Unidad Penitenciaria N°11 de Piñero. Además, se incautaron más de 5 millones de pesos, 110 mil dólares y numerosos elementos de interés para la causa. Entre los detenidos se encuentra quien sería el proveedor de la droga, los intermediarios y quienes comercializaban la cocaína al menudeo.
Una organización narco que operaba centralmente en la ciudad de Rosario fue desbaratada a partir de una investigación a cargo de la Fiscalía Federal N°3 de esa ciudad. Luego de la interceptación de una maniobra de compra-venta y más de diez allanamientos, seis personas fueron detenidas y se secuestraron más de 15,5 kilos de cocaína, casi 5,3 millones de pesos y 110 mil dólares.
La causa se inició a partir de una denuncia recibida en la División Antidrogas Rosario de la Policía Federal, que daba cuenta de maniobras organizadas en infracción a la ley 23.737. De allí surgieron algunos nombres y apodos, líneas telefónicas y roles: desde quienes comercializaban la droga al menudeo hasta quiénes proveían el material estupefaciente a la banda.
La investigación estuvo a cargo de la fiscalía dirigida por Adriana Saccone, desde donde se encomendaron tareas investigativas a la fuerza que permitieron corroborar elementos de la denuncia y profundizar constancias de otras investigaciones realizadas con anterioridad sobre maniobras de venta de estupefacientes en zonas determinadas de la ciudad de Rosario.
Se determinó, por ejemplo, que una de las personas que aparece como proveedor de la droga actualmente está procesado con prisión preventiva por el delito de comercio de estupefacientes agravado. La compulsa en una de sus redes sociales permitieron sumar otras vinculaciones.
Entre la prueba reunida, cobra relevancia el resultado de las intervenciones telefónicas dispuestas por la Justicia, que permitieron arrojar mayores precisiones respecto de cómo funcionaría la organización criminal investigada.
A modo de síntesis, se detectó la comercialización de estupefacientes en gran escala por parte de una organización que respondería a un sujeto privado de su libertad, que a su vez contaría con un colaborador quien –siguiendo sus directivas- sería el encargado tanto de mantener trato con quienes los abastecerían de material estupefaciente como de proveer y cobrarles a los encargados de revender el material estupefaciente al menudeo, algunos de los cuales también lograron ser identificados y vistos incluso en maniobras de “pasamanos”.
Detenidos en plena comercialización
A raíz de las escuchas telefónicas, se detectó el pasado 5 de noviembre un posible encuentro para la compra-venta de material estupefaciente en la intersección de Amenabar y Boulevard Avellaneda, lo que derivó en un seguimiento de los investigados, logrando la detención de cuatro personas al momento en que se intercambiaba cocaína por dinero.
En el procedimiento, se secuestraron siete paquetes blancos –tipo ladrillo, con un peso de 7.106 gramos- con un logo en bajo relieve de una corona, forma en la que se suele identificar al clorhidrato de cocaína de máxima pureza, lo que llevó a la fuerza interviniente a denominar el caso como “Coronas Blancas”. Además, se secuestraron teléfonos celulares; en uno de los autos se encontraron más de 2.250.000 pesos y en otro, 750.400.
Mientras este operativo se estaba desarrollando, se observó pasar una camioneta Amarok que estaba identificada en la investigación, por lo que tras una breve persecución se logró detenerla e identificar a sus ocupantes. Entre los mismos se encontraba quien conforme a la pesquisa era uno de los principales proveedores de cocaína de la organización.
Los allanamientos
Con los elementos reunidos y el procedimiento realizado, desde el Ministerio Público Fiscal se solicitaron una decena de allanamientos, por tener un estado de sospecha suficiente para afirmar la existencia de una organización delictiva vinculada con la narcocriminalidad.
Los procedimientos se dieron en distintos domicilios de las ciudades de Rosario y de Funes, e incluso, en dos celdas de la Unidad N°11 de Piñero. El resultado fue el secuestro de importante cantidad de dinero en pesos y dólares, una detenida, casi 8,5 kilos de cocaína, y distintos elementos de interés para la causa como teléfonos celulares, chips telefónicos, balas calibre 22, papeles y cuadernos con anotaciones, dos balanzas de precisión, entre otras. Este jueves por la tarde, en tanto, fue detenido uno de los investigados –que no había sido hallado en su vivienda- en una estación de servicio.