El joven, Ricardo P., de 28 años, acusado de violar a una joven en el cementerio de Santa Isabel, deberá esperar en prisión la resolución judicial que lo tiene como sospechoso de un abuso con acceso carnal. La víctima había contratado a Ricardo para hacer tareas de albañilería en un nicho de su familia. Una vez en el cementerio la mujer denunció haber sido violada. Según contó ante la Justicia, el victimario utilizó una botella cortada para amedrentarla colocándola en su cuello y amenazándola con matarla sino accedía a tener relaciones sexuales.
El fiscal Iván Raposo, quien investiga el aberrante hecho, confirmó que el juez Adrián Godoy le dio al victimario prisión ordinaria sin plazos a la espera del peritaje del celular de la víctima, los resultados de los estudios de ADN de las muestras recolectadas y del isopado vaginal y el estudio de la botella cortada que utilizó el muchacho como arma para abusar de la mujer.
Al parecer la víctima había contratado al muchacho para realizar una «changa» en el cementerio. Concretamente tenía que hacer restauraciones en la tumba de un familiar. Así fue como ambos ingresaron al camposanto y un par de horas más tarde, un empleado comunal del cementerio vio como el muchacho se iba sólo del lugar lo que le llamó la atención.
Así fue como el empleado contó al fiscal Raposo que encontró en el depósito donde guarda sus herramientas a una mujer muy asustada y golpeada y que, al interrogarla sobre lo sucedido, ésta le dijo que el hombre con quien había estado unos momentos antes la había abusado sexualmente. La mujer luego explicó lo sucedido a los policías que se acercaron al lugar tras la denuncia de rigor.
Raposo contó que «a partir de que tomamos conocimiento del hecho a través de la comisaría, se envió una ambulancia del 107 dado que la mujer presentaba lesiones y fue trasladada al Hospital de Venado Tuerto a los efectos de ser atendida e iniciar el protocolo de profilaxis en resguardo de la integridad de la denunciante. También enviamos efectivos de la Policía Científica para que procedieran al secuestro de la ropa para preservar el material genético que habría en ella. También se le tomó declaración y dio el nombre de quién sería el agresor».
El presunto violador fue detenido horas más tardes al anochecer en la localidad de Teodelina y en cuanto a la identidad lo señaló como quien hace unos meses atrás actuó como denunciante y víctima de tortura y vejación policial en Santa Isabel, lo que luego devino en un proceso al personal de la comisaría 5ª y la expulsión de seis oficiales (ver aparte).
Violencia policial
Ricardo P. tiene antecedentes policiales por robos y uno por abuso sexual, contó a éste diario el fiscal Raposo quien paradójicamente, en otra oportunidad, fue quien defendió al ahora victimario cuando fue sometido a una golpiza por parte de policías de Santa Isabel.
Este diario dio cuenta en marzo de 2019 que «cinco policías fueron detenidos e imputados por haber golpeado a un joven de 27 años a quien detuvieron la semana pasada en su casa de Santa Isabel y luego también agredieron en la comisaría del pueblo. Los uniformados fueron separados de sus cargos mientras se investiga lo ocurrido».
El joven golpeado fue operado en el hospital de Firmat, donde le tuvieron que extirpar el bazo a raíz de los golpes recibidos. Según Raposo, había dicho en aquellos días, los sospechosos «aplicaron golpes de puño, patadas, culatazos con sus escopetas reglamentarias y bastones, tanto en su domicilio como en la comisaría 5ª, provocándole lesiones de carácter gravísimas».
Ricardo P. estaba sospechado por el robo de unas aberturas y distintas herramientas en una obra en construcción de Santa Isabel. Fue arrestado y trasladado a la Alcaldía de Melincué, donde se descompensó y tuvo que ser trasladado a un centro de salud. Pero la gravedad del cuadro motivó su derivación al hospital de Firmat.
Allí fue intervenido quirúrgicamente y a pesar de su grave estado pudo hacer una declaración que desembocó en una orden del fiscal para detener a los policías José Omar Q., Marcela Ch., Valentín A., Sergio G. y Mario T. Los cinco fueron imputados ayer en los tribunales venadenses como coautores del delito de «vejaciones en concurso ideal con lesiones gravísimas agravadas».(La Capital). Foto Fiscal Raposo