La crisis se agudiza en el país y en la provincia de Buenos Aires. En los últimos días, la comuna que conduce el radical Salvador Serenal, Lincoln, fue testigo de un nuevo cierre de fábricas. Se trata de uno de los gigantes lácteos, SanCor, que anunció el cese productivo para la empresa ubicada en Arenaza, pueblo linqueño.
De esa manera, despidió a los 22 trabajadores que quedaban y decidió trasladar la línea de producción del reconocido queso Mendricrim a su planta cordobesa de Brinkmann.
La planta de Arenaza fue comprada por Alimentos Refrigerados (ARSA), perteneciente a la firma de la familia Vicentín. La familia también adquirió las unidades de yogures, flanes y postres de SanCor. Desde la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) se solicitó al ministerio de Trabajo que se tomen medidas con SanCor, Alimentos Refrigerados y Vicentin, por los 22 despidos.
Con dicho panorama, desde Atilra pidieron «preservar las fuentes de trabajo» y el pago de los salarios adeudados. «Ellos reconocen que están debiendo y que a ese pago lo deben realizar. Hay fecha para una próxima audiencia, donde se espera que la empresa reubique a los trabajadores despedidos, se resuelva la situación y se salden las deudas salariales», señalaron.(La Tecla)