El miércoles 15 de mayo, en Pergamino, al cumplirse un nuevo aniversario de su muerte, el padre Jorge Galli será homenajeado por un grupo de amigos y sobrevivientes de la represión ilegal, convencidos de que siguen con vida gracias al liderazgo espiritual y la «sensatez histórica» de ese sacerdote.
Aldo Duzdevich, uno de los promotores del acto, explicó a Infobae que escribió el libro Salvados por Francisco, en el cual reconstruye los esfuerzos de Jorge Bergoglio por ayudar a personas perseguidas durante la dictadura, como homenaje indirecto al padre Jorge Galli por quien él fue «salvado».
«Le escribí al papa Francisco contándole de esta iniciativa y de que tuve la suerte de estar en un grupo de jóvenes peronistas que se referenciaba en ese cura y que eso nos salvó de aventurarnos en una lucha suicida, y al día siguiente recibí un texto de Bergoglio que irá en una de las dos placas que colocaremos en la Capilla Santa Teresita del barrio Otero, en la tumba de Jorge Galli», explicó Duzdevich.
El acto tendrá lugar a las 17 hs. Luego, a las 19, en el local de Smata, se hará una presentación del libro Salvados por Francisco.
Bergoglio no conoció personalmente a Jorge Galli, pero sí su historia y lo considera «un pastor con olor a pueblo».
Como recuerda Duzdevich en su libro, en el año 2014 Francisco habló de la importancia de transmitir a los jóvenes «un buen manejo de la utopía». «Nosotros -dijo- en América Latina hemos tenido la experiencia de un manejo no del todo equilibrado de la utopía, y en algunos lugares, no en todos, en algún momento nos desbordó. Al menos en el caso de Argentina, podemos decir cuántos muchachos de la Acción Católica, por una mala educación de la utopía, terminaron en la guerrilla de los años setenta».
Ese fue justamente el rol del padre Galli. Cuando en 1973, Perón regresó al país y fue electo presidente, era el momento de la pacificación. Sin embargo, escribe Duzdevich, «empujados por una inercia de la acción directa, muchos continuaron haciendo tronar las armas». Fue entonces cuando sacerdotes como Carlos Mugica y Jorge Galli se movilizaron para tratar de frenar esa espiral de enfrentamiento. A diferencia del primero, Galli era de bajo perfil, pero no por ello fue menos eficiente su intervención ya que tenía un gran ascendiente entre los jóvenes. Se convirtió entonces en referente de la corriente de la JP que fue llamada ‘La Lealtad’, por su disidencia con Montoneros cuya conducción se estaba enfrentando abiertamente a Perón.
Galli provenía de una familia muy humilde. Antes de ser cura, fue albañil. Y, como él mismo decía, no fue un ‘cura obrero’, sino «un obrero que se hizo cura». Pasó gran parte de su vida en un rancho de Villa Pulmón, en San Nicolás.
Ahora, a 24 años de su fallecimiento, el 15 de mayo de 1995, será recordado por esos jóvenes que gracias a su guía evitaron ser desbordados por la utopía.
El texto enviado por el Papa y sencillamente firmado «Francisco» dice: «Al cumplirse un nuevo aniversario de la muerte del P. Jorge Galli agradezco al Señor su presencia como pastor de pueblo. Que aprendamos de él que ‘no somos simplemente seres vivos, sino que somos resucitados’. Dale Señor el descanso eterno y que la luz perpetua brille en él. Descanse en paz».(INFOBAE)