Una acusación por acoso sexual complicó en las últimas horas la situación del presidente de la cámara de Diputados bonaerense, Manuel Mosca, quien el lunes había denunciado que era víctima de una extorsión, al tiempo que solicitó al cuerpo que le otorguen una licencia y avalen su desafuero.
Según trascendió, una militante del PRO se presentó el sábado pasado ante la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia, en donde narró haber sido víctima de situaciones de acoso sexual por parte de Mosca. A partir de ello, el caso ya estaría en un juzgado porteño, sin que trascendiera la identidad de la denunciante, quien según sus propios dichos podría acercar testimonios de otras mujeres que habrían pasado por una situación similar.
Dos días después de esta exposición, el lunes, Mosca se presentó ante una fiscalía platense para denunciar que él y su entorno eran extorsionados por una o varias personas en relación con este tema. En paralelo, pidió una licencia de 60 días y solicitó que se le quiten los fueros parlamentarios para que sea investigado. El anunció generó sorpresa en la mayoría del cuerpo legislativo, que ahora debate los pasos a seguir.
Según la acusación de la mujer, los hechos habrían ocurrido en 2015, pero recién a fines del año pasado, con la explosión de la denuncia de la actriz Thelma Fardín contra Juan Darthés, se animó a contarlos.
Para ello acudió a algunas autoridades nacionales del PRO, quienes pusieron en conocimiento del tema a la propia gobernadora María Eugenia Vidal. La mandataria recibió a la joven para escuchar su testimonio, y luego se reunió con Mosca, a quien le sugirió que se tome licencia para dar lugar a la investigación.
Cimbronazo institucional
La presentación de Mosca, el lunes, generó un tembladeral en la Legislatura: la mayoría de los diputados se enteraron a través de los medios del pedido de licencia, y evalúan contrarreloj la respuesta.
En principio, si el 9 de mayo la cámara aprueba la licencia asumirá la presidencia Marisol Merquel, del bloque de los intendentes del PJ, quien en las negociaciones por el recambio de autoridades del año pasado fue electa vicepresidenta. Por detrás, como segundo del cuerpo, quedaría Carlos «Cuto» Moreno, un histórico kirchnerista de la sexta sección. En el oficialismo, en tanto, asumiría la banca Soledad Dibetto.
Sin embargo, la licencia de Mosca aún no está asegurada: ningún bloque (ni siquiera el oficial) fijó una postura al respecto. Solo el massismo avisó en voz de su presidente, Rubén Eslaiman, que votará el desafuero pero no la licencia. «Vamos a aceptar el pedido de desafuero para que Mosca éste a derecho y para que la Justicia pueda investigar, pero lo que no corresponde es aceptarle el pedido de licencia, porque no podemos afectar la institucionalidad de la Cámara», indicó.
Para cambiar de opinión, en el Frente Renovador piden conocer el estado de la denuncia de extorsión que un colaborador de Mosca presentó en diciembre, también ante Garganta. Y también quieren acceder a la última presentación judicial del presidente de Diputados.
De aprobarse la licencia, el manejo de la cámara de Diputados quedaría en manos del peronismo kirchnerista. El dato es clave, no solo por el manejo del presupuesto en tiempos de campaña, sino también porque podrían convocarse sesiones en cualquier momento, para tratar temas espinosos para el oficialismo.
En este escenario, en Cambiemos analizan por estas horas los pasos a seguir y definen entre «no innovar» hasta que se cumpla el plazo de la licencia, o forzar un recambio de autoridades para retener la titularidad del cuerpo. Un dato clave: para hacerlo necesitarán el consenso de todos los bloques, ya que este tipo de movimientos fuera de los tiempos de renovación de bancas solo puede realizarse si todas las autoridades renuncian.
Por su parte, en el bloque de los intendentes, comandado por Martín Insaurralde, también analizan cómo seguir. En principio, se ajustarían al libreto precitado: «las autoridades se eligen cada dos años», indican, aunque esa posición puede variar según cómo se desarrollen los hechos.
El massismo, en tanto, buscará la renovación de autoridades: «El escenario cambia completamente y las autoridades que quedarían no serían representativas del acuerdo que se consiguió en su momento», sostienen para justificar su postura.
Con todo, en la mayoría de las bancadas la sensación de los diputados es que el proceso se prolongará más allá de los 60 días de licencia solicitados por Mosca, y por ello buscarán resolver antes la situación de incertidumbre.