En tiempo de cosecha y en nuestra región se suceden los accidentes de camiones cargados con cereales. Las rutas son antiguas, ochenta años la Ruta 8. Otras como la Ruta 33 está congestionada. Los vehículos pasan a centímetros unos de otros. Los milagros se suceden. Transportamos el cereal como las hormigas, en largas filas de vehículos de carga.
Rompemos rutas que luego debemos arreglar. El costo de traslado es altísimo. Sin embargo a pocas cuadras existen vías ferroviarias casi inutilizadas. Toda una ironía
El martes a primera hora volcó un acoplado cargado de soja en Ruta 8 y calle 46. La patente es Box 813 y pertenece a la familia Ungaretti. El transporte quedó “incrustado” en una cuneta.