Las encargadas del refugio para canes que funciona en la localidad de Ferré se encontraron con los vidrios del refugio rotos con un piedrazo.
Es la cuarta vez que sufren este tipo de ataques. Una de las miembros del equipo de trabajo expresó: “No entiendo a quien molestamos teniendo esos perritos refugiados. Muchos no tienen ni idea de hacer esto todos los días. Sentimos mucho dolor, mucha bronca, mucha impotencia ”