Según la Federación Panaderil de la Provincia de Buenos Aires en lo que va del año bajaron las persianas definitivamente cerca de 300 comercios.
“Con estos número estamos ante una emergencia nacional, están destruyendo el aparato productivo”, aseguró Emilio Majori, titular de la entidad. En marzo de 2018 el costo de la bolsa de harina de trigo costaba $350 y en abril de este año asciende a $850.
Según relató el referente del sector “los costos de producción son cada vez más elevados, los impuestos son muy altos y a esto se suma el alto grado de informalidad que atraviesan las panaderías”.
Este escenario coincide con datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) que relevó una caída del consumo de 35% en lácteos, 48% en carnes, un 24% en frutas y verduras, un 23% en medicamentos y un 15% harinas. (InfoGEI)