En las últimas semanas se conocieron dos casos en diferentes localidades bonaerenses sobre el incumplimiento del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) en los tratamientos de los niños que sufren diferentes patologías.
Uno de ellos es Ezequiel Zoppi, oriundo de Trenque Lauquen, de tres años que padece una epilepsia grave y muy infrecuente, y que debe realizar un tratamiento con aceite de cannabis. Por redes sociales, los padres expresaron su enojo con el IOMA por no obtener la respuesta que se les había prometido de un mejor tratamiento.
“Si bien está aprobado por directorio, desde farmacia del IOMA se niegan a proveer el aceite porque ellos solo tienen proveedor de la marca Charlotte, que no es la que toma Ezequiel. Lamentablemente esto no se trata de marcas, sino de componentes, el aceite que Ezequiel necesita solo contiene CDB, mientras que Charlotte también contiene THC, que es la parte psicoactiva de la planta, y que si bien a varios pacientes les resulta conveniente, no es el tratamiento que Ezequiel tiene indicado. Nosotros le facilitamos a la gente del IOMA el contacto del importador de Hemp Med hablaron con él telefónicamente pero según nos dicen es muy difícil hacerse de un nuevo proveedor”, expresaron.
Además, denunciaron que están atrapados en la burocracia y reclamaron una internación domiciliaria para su pequeño. “No queremos ser irrespetuosos, pero estamos enojados, indignados y nos sentimos presos de esta obra social que no responde como debe”, finalizaron.
El otro caso es el de Ailín, de 11 años, oriunda de Junin que tiene una lesión cerebral producto del parto que se encuentra en silla de ruedas, no habla y se alimenta por sonda nasogástrica. La madre de la niña presentó un recurso de amparo contra el IOMA porque su hija no recibe el tratamiento necesario.
Según el abogado de la familia Jerónimo Torres “lo grave de lo situación es que una persona tenga que hacer un recurso de amparo para recibir una prestación por la cual tributa mensualmente o tiene un beneficio social por el cual IOMA debe darle cobertura. Lo peor de todo es que ni siquiera con esta medida termina dando la prestación adecuada, sin mencionar el problema de la burocracia. Aclaro que acá hay que salvaguardar la buena predisposición de las personas que atienden a nivel local, que hacen la gestión, mandan los papeles a La Plata y la prestación no se autoriza o se hace tardíamente, cuando las situaciones son muy graves, como chicos con capacidades especiales, prótesis o medicamentos”. (InfoGEI)