(Por Marien Chaluf y Fernando Delaiti) .- Que «la gente me lo pide»; que «nos quedan muchas cosas por hacer»; que «me encanta la gestión»; que «si el partido lo requiere». Dejar el poder no es fácil, y los intendentes de la provincia de Buenos Aires saben de eso. Ya metidos en la recta final de cara a la campaña de este año, seis de cada diez alcaldes ya confirmaron que buscarán la reelección en las urnas.
Tanto para los que llegaron al poder hace más de dos décadas como para los que lo hicieron en 2015, octubre será la última oportunidad de estar en el sillón local de manera ininterrumpida. Es que a partir de la entrada en vigencia de la Ley 14.836, se puso fin a la reelección indefinida para los alcaldes, y también limitó a sólo dos los mandatos posibles de concejales, legisladores y consejeros escolares. Todos esos cargos sólo podrán ejercerse por dos períodos seguidos.
Frente a este panorama y ante la estrategia que cada fuerza decida para enfrentar las elecciones provinciales y nacionales, son muchos los intendentes que jugarán en sus distritos por última vez. Algunos, que hace años gobiernan, porque saben que un impase posiblemente ya los alejará definitivamente del poder. Otros, en cambio, que dudaban en presentarse, son impulsados desde sus partidos para buscar traccionar «hacia arriba» en las boletas.
Si bien hasta ahora y a tres meses del cierre de listas alrededor de 75 de los 135 intendentes ya confirmaron su intención de ir por un nuevo período, es probable que más cerca de junio el número aumente. De hecho, históricamente fue así. En 2015 fueron 99 los jefes comunales que buscaron la reelección (58 la consiguieron), mientras que en 2011, un total de 112 se presentaron en las urnas. Y el resultado los avaló, ya que sólo 14 no consiguieron su objetivo.
El que aún no definió su futuro político es el intendente récord con más periodos al frente de una comuna: el radical Aníbal Loubet de General Guido, quien lleva 28 años ininterrumpidos al frente de la gestión. «Me tiro más por el no, pero por una cuestión personal. Aún no está la decisión tomada; en abril lo vamos a definir. Las decisiones son orgánicas y hay que analizar el contexto político», dijo ante la consulta de DIB. Y admitió que si bien la sucesión sería difícil porque «no hay un candidato natural», si apareciera un postulante «para ganar bien, daría un paso al costado» tras casi tres décadas. Y el dirigente de 66 años agregó: «Me encanta la gestión, si me alejara lo haría por cuestiones familiares».
Otro histórico, con 24 años en el cargo es Alejandro Granados, quien está al frente de Ezeiza desde la creación de ese partido, y todo indica que buscará un séptimo mandato. Sólo se ausentó dos años, cuando fue ministro de Seguridad de Daniel Scioli desde agosto de 2013 hasta diciembre de 2015. En el mismo lugar está Alberto Descalzo, de Ituzaingó, también alcalde de ese municipio desde su creación en 1995. Su futuro político no está tan claro, aunque todo indica que también jugará.
Continuidad
«Cuando me preguntan si quiero ser candidato a gobernador o vicegobernador yo les digo que quiero ser intendente», dijo días atrás Mario Secco, que desde 2003, y siempre dentro del kirchnerismo, ganó todas las elecciones en Ensenada. Es uno de los dirigentes más cercanos a Cristina Kirchner, como Jorge Ferraresi (Avellaneda ? dos períodos) y Pablo Zurro (Pehuajó ? tres períodos), que seguramente estarán en la pelea. Otro «K duro» es Alberto Conocchiari (Alem ? cinco períodos), que duda sobre si se presentará.
También con 16 años está Alexis Guerrera (General Pinto), quien si bien no decidió si buscará un quinto mandato, reconoció que lo definirá en mayo junto a la estrategia de su partido, Alternativa Federal. «Cuando uno pertenece a un espacio político no sólo se toman las decisiones por lo que uno tiene ganas o quiere hacer, sino por lo que es mejor para el conjunto», le dijo Guerrera . «Motivaciones hay, la tarea de servir a la comunidad siempre me ha resultado gratificante, pero también pesan otros factores, que a medida que pasa el tiempo se ponen cada vez más en consideración», admitió.
Otros con 16 años en el poder y que buscarán otro período son Aníbal Regueiro (Presidente Perón), Gustavo Walker (Pila), Héctor Olivera (Tordillo) y Miguel Lunghi (Tandil), un histórico del radicalismo ortodoxo que probablemente tenga una dura interna con el titular del Concejo y líder del PRO, Marcos Nicolini y Ricardo Casi (Colón).
En tanto, el otro con cuatro períodos es el mandamás de Tres Arroyos, el vecinalista Carlos Sánchez, quien sorprendió al sugerir que no buscará la reelección en su discurso en la Fiesta provincial del Trigo. Sin embargo, luego no quiso confirmar que se bajará y dejó así abierta la posibilidad de competir en octubre.
De los trece alcaldes que llevan doce años en el poder, la mayoría encabezará las boletas, y sólo un puñado dejarán el lugar a otro dirigente. Son Gustavo Arrieta (Cañuelas); Oscar Ostoich (Capitán Sarmiento), Marcelo Skansi (Carmen de Areco); Luis Etchevarren (Dolores); Fernando Gray (Echeverría); Juan Carlos Veramendi (Gral. Paz); Aldo Fisher (Laprida); Aníbal Rappallini (Maipú); Juan Pablo de Jesús (La Costa); Pablo Zurro (Pehuajó); Miguel Gargaglione (San Cayetano); Gustavo Cocconi (Tapalqué), Osvaldo Cáffaro (Zárate)
La «alternancia familiar»
Un dato que llama la atención y que muestra la tentación de ser reelegido es que desde 1983 hasta la actualidad, solo un municipio no vio repetir un intendente. Aunque vale aclarar: se trata de Lezama, el último distrito creado y que hasta el momento tuvo dos jefes comunales. En el resto de los 134 municipios, hubo un intendente que como mínimo estuvo dos períodos.
Sin embargo, hay casos en los 36 años de democracia que rompen todos los análisis y tienen que ver con la poca alternancia o, simplemente, la «alternancia familiar». El más llamativo es el sillón de San Isidro que lleva solamente el apellido Posse. Es que Melchor gobernó desde ese el regreso de la democracia hasta 1999, cuando dejó a su hijo, Gustavo, que viene de «re» en «re» desde entonces. Y esta vez no será la excepción.
En Berazategui Mussi padre, Juan José (actual presidente del Concejo Deliberante) ganó cuatro veces en las urnas, y su hijo, Juan Patricio fue electo dos (2011 y 2015). Si bien ahora decidió no ir por un nuevo período, le dejará su lugar a su padre. Mientras que en el Partido de la Costa, Juan de Jesús gobernó dieciséis años, y ahora su hijo, Juan Pablo, va doce y en octubre encabezará una vez más la lista del peronismo. Y tanto en Olavarría como en Coronel Suárez, los Eseverri (con Helios y José) y los Móccero (con Domingo y Ricardo) gobernaron por siete períodos, es decir 28 años.
Del total de comunas, sólo catorce mantienen su invicto partidario. El justicialismo gobernó siempre en Almirante Brown, Berazategui, General Paz, La Matanza, Ituzaingó, José C. Paz, Malvinas Argentinas, Mercedes, Merlo y Monte Hermoso. En tanto, el radicalismo, con sus variantes como la Alianza o Cambiemos, nunca perdió los distritos de General Guido, San Isidro, Junín y Saladillo. (DIB)