Doce personas de Córdoba están detenidas y procesadas en la Justicia pergaminense involucrados en maniobras defraudatorias a víctimas de Pergamino; General Villegas; Salto y otras ciudades de la provincia de Buenos Aires.
La Fiscalía Nº 5 tiene acreditada la participación de al menos 20 personas en maniobras fraudulentas perpetradas por presidiarios del penal cordobés de Cruz del Eje y familiares y allegados para apoderarse de dinero de la gente mediante el engaño de haber sido favorecidos por atractivos premios.
Una investigación que nació con el seguimiento de una estafa por tres mil pesos terminó acreditando varios desfalcos por más de 300 mil pesos y y el descubrimiento de varias cuentas bancarias que registraron en seis meses más de tres millones de pesos.
El primer episodio investigado fue el de un ardid sufrido por una pergaminense; quien pagó 3 mil pesos para acceder a estos premios y al seguir la línea de investigación se toparon con una compleja red de estafadores.
El fiscal Villalba y su equipo de instructores judiciales desbarataron esta compleja red de estafadores que operaba desde la cárcel cordobesa para las estafas y contaba con ayuda de los familiares de los presos para cobrar el dinero que depositaban las víctimas a través de cuentas bancarias o por sistema de pagos como “Pago Fácil” o “Western Union”.
La instrucción judicial que los acusa de los delitos de estafa y asociación ilícita ya indagó a principio de mes a los siete convictos del complejo carcelario 2 “Adjuntor Andrés Abregu” de Cruz del Eje y esta semana logró la detención de cinco personas más.
Los detectives de la Policía de Investigaciones de Pergamino se trasladaron en comisión a la provincia Córdoba; donde en distintos barrios de la capital mediterránea y localidades cercanas procedieron a la aprehensión de hermanas; parejas; hermanos o padres de los convictos que colaboraron en las distintas maniobras.
Todavía hay ocho personas prófugas de la Justicia que alertados por la indagatoria a los convictos han abandonado las residencias y dejaron de frecuentar los lugares donde solían estar por temor a la detención.
Desde la cárcel cordobesa los convictos que cursaban penas por homicidios; robos calificados o estafas similares llamaban desde teléfonos con prefijos de Mar del Plata o la ciudad de Buenos Aires a distintos números que discaban al azar, pero siguiendo un patrón de correlatividad hasta lograr el engaño en alguna de las personas que atendían.
En el llamado le referían a su interlocutor que representaban a la empresa Redfon 4G de telefonía celular de la ciudad de Mar del Plata.
El diálogo seguía con la explicación del llamado donde le referían que para promocionar el lanzamientos de nuevos productos de telefonía 5G realizaron un sorteo de números telefónicos y salió favorecido a quien habían llamado.
Tal como resulta de este engaño el premio consistía en 200 mil pesos en efectivo; un Smart TV de 55 pulgadas; que supuestamente se iba a entregar en una reconocida casa de electrodomésticos.
Para sostener este relato y hacer que fuera creíble lo justificaban diciendo que todos estos regalos eran por una estrategia de marketing; para la cual le iban a requerir al ganador la posibilidad de sacarles fotos con los premios y productos de la empresa. Al mismo tiempo le mandaban por Whatsapp el link de un sitio creado en un lugar de alojamiento gratuito donde aparecían fotos de falsos ganadores y una serie de incentivos que hacían verosímil el relato.
Una vez que ganaban la confianza de la víctima y lo convencían que había ganado el premio: le explicaban como proceder para poder percibirlos a través de tres opciones. La primera opción era viajar a la sede de la empresa en Mar del Plata para retirar los premios. La segunda opción era la creación de una cuenta en el Banco de la Nación Argentina para depositar el dinero y con el ticket retirar el televisor en una reconocida casa de electrodomésticos. La última opción era mediante la utilización de una tarjeta de débito y el sistema de Home Banking. El estafador apuntaba a que se hiciera a través de la tercera posibilidad.
Las víctimas elegían la opción de hacerse el dinero en efectivo utilizando la segunda o tercera opción y caían en la trampa por la que tenían que depositar dinero.
Así iban manejando lo que las personas podían pagar y los manipulaban para que concurrieran a un sistema de pago para hacer giros a nombre de familiares y allegados a los reclusos en libertad.
También han acreditado que han logrado que las personas con cajas de ahorro bancarias transfieran un monto de dinero desde el cajero automático a cuentas de integrantes de la organización.
El engaño no terminaba ahí para quienes resultaban víctimas de estas maniobras porque días siguientes recibían otro llamado de otro miembro de la red delictiva y desde otro teléfono.
En este segundo llamado se presentaba el interlocutor como funcionario de la Afip; quien le informaba que por ser acreedor a un premio debería pagar el diez por ciento en concepto de impuestos y lo asustaban con iniciar acciones penales si no lo pagaban.
Así era como seguían las llamadas hasta despojar a las víctimas de la mayor cantidad de dinero posible; como el caso de un hombre de General Villegas a quien lograron que les acreditara un total de 157 mil pesos; a un matrimonio de San Antonio de Areco de 54 mil pesos; como así también a la mujer pergaminense y de Florentino Ameghino, entre otras ciudades.
La complejidad de la red también establecía distintos roles y de las mismas transferencias que recibían se giraban distintos porcentajes a cuentas de otros integrantes de la banda. De esta manera se dividían los botines obtenidos en las distintas estafas con un esquema de reparto establecido de antemano.(Semanario El Tiempo)