Las fiestas clandestinas y la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad crecen exponencialmente como los problemas que son atendidos en el Hospital Municipal “Eduardo Morgan”.
En la noche del viernes madrugada del sábado, se vivió una situación altamente comprometida con una adolescente en el Hospital “Eduardo Morgan”. Las primeras versiones viralizadas en redes sociales, partido de un usuario “trucho” señalaban un posible abuso sexual. Sin embargo, fue un exceso de alcohol y desvanecimiento de la menor. No abundaremos en detalles, pero si sabemos que en el caso tomó intervención la Policía Comunal. No es la única atención de los médicos por esta problemática. Los adolescentes que ingresan en estado deplorable al nosocomio comunal se repiten cada semana.
Tal vez el caso emblemático, aconteció cuatro meses atrás, cuando internaron u una adolescente de 14 años. Los médicos recetaron suero para “limpiarla” y volverla a la normalidad. A las pocas horas se escapó del edificio de salud, con ayuda de otra adolescente de similar edad.
El acceso al alcohol
Los menores en Colón tienen acceso al alcohol fácilmente. Se pude indicar que es más difícil encontrar una canilla de agua que una venta de cerveza o de vino. En plena plaza San Martín se vende alcohol sin los debidos permisos y en concentraciones públicas (fiestas etc). A nadie se le mueve un cabello. También se vende alcohol en supermercados, comercios no habilitados etc. ¿Se cumple las normativas vigentes?
En nuestra ciudad observamos en Plaza San Martín a menores de edad (12 a 15 años y a cualquier horario con su botella de cerveza). Una sociedad que no cuida su futuro, está muy enferma, desde los funcionarios comunales hasta el último de nosotros.
El consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad tiene repercusiones en la salud y desarrollo de la persona. Además, el alcohol es la ventana de ingreso a drogas más poderosas como la marihuana y la cocaína.
Los estudios revelan que el consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad, los episodios recurrentes de consumo en la adolescencia y beber hasta embriagarse pueden afectar negativamente el desarrollo mental, los hábitos de estudio y el desarrollo de las habilidades necesarias para una correcta transición a la edad adulta.
Los patrones de consumo de alcohol en menores de edad se deben a una variedad de factores: la familia, los amigos, los medios de comunicación, las normas culturales y la religión, así como las políticas gubernamentales