En pocas horas “levantan” tres motos en Colón. Sin que ´los ladrones sean atrapados ni las motos ubicadas. En el verano de 2018, los ladrones levantan una moto cero kilómetro en un comercio de la ciudad. Una vez ocurrido el episodio, varias personas (periodistas incluidos) empiezan una corta investigación sobre el posible destino de la moto.
En menos de 24 horas se determinó quien había sido el autor del robo, y que recorrido había realizado para escapar . En la pesquisa civil no se utilizó teléfonos celulares ni cámaras de seguridad, ni gente que dice ser experta en los manejos de redes sociales. Solamente se “pateó” los barrios.
Esa noche pasada las 23, el ladrón que identificaremos con una “A”, se apoderó de la moto, tomó por calle 15 en contramano y luego salió a calle 51 dando una vuelta por Plaza San Martín y regresó por boulevard 17..
Con los indicios fuertes, dos de los investigadores realizaron la denuncia en la Fiscalía Descentralizada con el nombre del autor del ilícito. Tres días después, el mismo adolescente, hurta otra moto a dos cuadras muy cerca del primer hecho. Con otros amigos, huyó hacia la localidad de Rojas, y en el camino tuvo un accidente donde falleció. ¿Qué hubiera pasado si se realizaba un allanamiento y detención del joven?. ¿Estaría vivo?
Sin embargo en esas 24 horas, se realizaron otras investigaciones ante la inercia e ineficacia de los que deben investigar.
En ese lapso, y se publicó en un medio gráfico para que quede en archivo, se descubrieron dos desarmaderos de motos clandestinos. En nuestra ciudad existe un subdelegación de la DDI ¿? con varios agentes, entre ellos expertos en informática. Sin embargo el robo de motos sigue en la ciudad, y menos mal que solo hay ilícitos pequeños gracias a la excelente tarea de prevención que realiza la Policía Comunal. Nadie parece responder por los sueldos que la población paga a los que deben investigar.
Conexión Hughes
En la investigación se encontró un motor de igual características en una compra venta de Facebook. El vendedor era de Hughes. Se pactó la compra por teléfono y se arregló la entrega en una estación de servicio de Ruta 8, cerca de la localidad santafesina. En el sitio dos personas montaron guardia y otras dos se acercaron a los vendedores del motor. Todo indicaba que era de origen ilícito. Los posibles propietarios estaban como drogados. La numeración del motor no correspondía con la hurtada en nuestra ciudad y la operación se cayó. El hecho también fue denunciado. Jamás se realizó un allanamiento.