La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) elaboró una carta dirigida a los sectores empresarios, políticos y sociales en pos de aunar esfuerzos de cara a lo que se viene y construir así un proyecto productivo nacional que de por tierra con la debacle económica.
La Asamblea de Pequeños y Medianas Empresarios (APYME) difundió una carta dirigida a los sectores empresarios, políticos y sociales donde apunta a construir un consenso de cara a un proyecto productivo nacional para el año entrante.
El 2018 fue oscuro para el sector PYME por los despidos masivos, cierres, imposibilidades crediticias, caída en la actividad económica industrial y las ventas, derrumbe del entramado productivo nacional, ingreso irrestricto de productos importados; aumento de la pobreza y la indigencia; caída del poder adquisitivo; incremento de concursos y quiebras; corte de la cadena de pagos; desmantelamiento de la investigación y la transferencia de tecnología; más desempleo y precarización laboral; pérdida de derechos para grandes segmentos de la población.
Por eso, desde la asamblea encienden la luz de alerta una vez además ante “una recesión sin límites a la vista y cifras de pobreza alarmantes” a las que se llegó en tres años del actual gobierno.
“Las micro, pequeñas y medianas empresas son parte de un vasto conjunto de sectores agredidos y excluidos por las políticas en curso”, comienzan en su escrito y continúan: “Ante la perspectiva del año electoral, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) convoca a la unidad en torno de una Agenda común para confluir en un proyecto productivo nacional con fomento de la actividad productiva, la equidad social y la soberanía nacional”.
En la extensa y dura carta, APYME ratifica “que el modelo económico que se viene implementando desde diciembre de 2015 no contempla las necesidades de este sector, no sostiene la producción nacional ni la creación de empleo genuino. Desde sus inicios la actual gestión fue desmantelando todos los instrumentos de que dispone el Estado para intervenir efectivamente en áreas esenciales en los planos productivo, impositivo, financiero y de protección de la industria nacional”.
En este sentido, sostienen: “Lo que necesitamos las Mipymes no son prebendas, paliativos ni discursos salvadores, sino aunar propuestas junto con todos los sectores perjudicados por el actual modelo para confluir hacia un proyecto económico, productivo y social que nos incluya y no nos deje librados a la peor tormenta: la de un país que renuncia a sus decisiones soberanas, a su propio desarrollo y a una vida digna para todos sus habitantes”, y proponen: “A fin de dar cauce a las voces de miles de empresarios, y con la intención de contribuir con diagnósticos y propuestas a la solución de los problemas existentes, nuestra entidad impulsa el debate de una “Agenda Mipyme, social y productiva” que no busca agotar el tema sino constituir un punto de partida para la discusión y la adopción de medidas tanto de corto como de mediano plazo. Impulsar estas políticas implica hoy denunciar los efectos devastadores del programa económico en curso, así como de las salidas simplistas que sólo favorecen a sectores concentrados.”(Infocielo)