El gobierno provincial de Córdoba dio a conocer un protocolo que deberá respetarse durante los controles policiales a automovilistas y motociclistas, que obligará a que se lleven a cabo en lugares visibles, con carteles identificatorios y, al menos, con la presencia de cuatro agentes involucrados, a los que se les asignarán distintos roles.
El reglamento contempla además una prohibición clara: los uniformados no podrán disparar a un infractor que quiera evadir la posta, ni salir en su persecución, abandonando la posición.
El protocolo fue construido con aportes de funcionarios de la Policía, la Secretaría de Seguridad, el Ministerio Público Fiscal, el Ministerio de Justicia y la asesoría del especialista Horacio Botta Bernaus. Según se informó de manera oficial, la intención “es establecer una modalidad operativa estandarizada del control vehicular que respete los Derechos Humanos”, así como “prevenir delitos, contravenciones e infracciones a la ley de tránsito”.
En los operativos, tendrá que colocarse la leyenda control policial, conos de seguridad con balizas y deberán estar identificados los policías, vestidos con chalecos reflectivos y equipados con bastones lumínicos.
Al mismo tiempo, tienen que hacerse en un lugar amplio, nunca en una curva, bajada o pendiente, que se le aparezca de sorpresa al conductor.
El escrito también especifica que en los controles, se le podrá requerir a los conductores: la licencia de conducir; tarjeta verde; autorización para conducir en caso de no ser el titular registral; y la póliza de seguro de responsabilidad civil.
Los agentes afectados al operativo no podrán salir en persecución de un vehículo que evada el control, ni disparar.
El protocolo indica que deben identificar con todos los datos posibles al infractor y dar inicio a un operativo cerrojo, que comandarán los jefes policiales de la jurisdicción.