A cinco meses de la masacre de la comisaría, la Policía hostigó a familiares de las víctimas, que marcharon a la casa de uno de los procesados. Poco antes circuló la carta de Ludmila a su primo fallecido.
El viernes por la tarde una veintena de familiares y amigos de los siete jóvenes asesinados en el incendio del 2 de marzo en la Comisaría Primera de Pergamino marcharon hasta la casa de Matías Giulietti, uno de los policías bonaerenses procesados por esos hechos y beneficiado con arresto domiciliario mientras se desarrolla la causa judicial.
La movilización tuvo el objetivo de “escrachar” pacíficamente el domicilio de Giulietti, cantando frente a la casa y repartiendo volantes entre en vecindario. “Sr. Vecino: en esta oportunidad nos presentamos ante Ud. como ’Justicia x los 7’, somos familiares y amigos de las 7 víctimas masacradas en la Comisaría Primera de nuestra ciudad, el 2 de marzo de 2017, en manos de 6 Policías que le aplicaron la pena de muerte a 7 jóvenes de entre 18 y 27 años”, decían los volantes, que agregaban que “es el dolor el que nos une en busca de Justicia y Castigo a los Responsables, pero también nos mueven los miles de jóvenes que siguen siendo víctimas del accionar represivo en las calles y en los lugares de encierro”.
El escrache es parte de las medidas que resolvieron llevar adelante las familias de las víctimas desde que el juez de la causa César Solazzi y los camaristas Martín Morales, María Juárez y Mónica Flora Guridi (ex esposa del ex intendente de Pergamino) dictaron el arresto domiciliario para cinco de los seis procesados. El sexto procesado es el comisario Alberto Sebastián Donza, prófugo desde el momento de la masacre.