(Por Victor Calvigioni) La nota fue publicada en marzo de 2003. En la región sucedió un hecho inusual que obligó a periodistas e historiadores a buscar datos concretos sobre un tema tabú: La masonería.
En Venado Tuerto el local donde se reunían los hombres de la cofradía permaneció cerrado durante un siglo a la gente común. El local está ubicado sobre Avenida Casey 287 y allí funciona la logia masónica Arthur George Adams. La misma había sido fundada en 1903. El amplio lugar sin ventanas, seguramente para evitar miradas indiscretas abrió sus puertas y parte de un insondable misterio que se pudo observar en vivo y en directo. Desde esa época hubo varias teñidas. Se denomina así, a las reuniones abiertas a toda la sociedad.
En tanto, en Colón y en la actualidad habría una decena de masones en actividad. Algunos de ellos viajan a reunirse en la sede central de la calle Cangallo al 1200 de la Capital Federal. La logia habría ingresado en 1910 y perduró con fuerza hasta 1927. La muerte del principal unificador que viajaba en el buque el “Principesa Mafalda” hundido frente a las costas de Brasil el 27 de octubre de 1927, habría sido un golpe muy duro para los masones. Se sabe que a pesar de ello los miembros recurrieron a otras sedes de Pergamino y Venado Tuerto.
En este sentido no existen datos históricos documentados y la investigación debe apuntar a los símbolos dejados en las construcciones, (Edificios) que los miembros de la masonería acostumbraban a dibujar.
En nuestra ciudad, no hay gran cantidad de edificios antiguos, sin embargo las mejores pistas de la masonería deben ser buscadas en el Cementerio Municipal, un lugar que tiene construcciones de 1904 y que quedan aún en pie.
En este sentido, el investigador debe prestar atención a las formas y terminación de columnas, algunas determinadas formas de letras y dibujos (algunos de animales) que podrían existir. La más importante es el símbolo del altar y el número siete
Por otro lado, se debe reseñar que el número siete para los masones tenía una simbología especial. Tal es así que las reuniones eran de siete hombres, un número adecuado para cultivar la hermandad.
En otro sentido, en el sur de Santa Fe, existen grupos Rosacruces muy fuertes (no se consideran masones). La persona que se inicia debe recorrer un largo camino de purificación espiritual durante siete años. Cuando sus maestros a los cuales desconoce creen que puede iniciarse se presentan en su casa y le enseñan los máximos secretos que tiene la humanidad. Las principales reuniones de este grupo se realizan en la calle San Luis de Rosario. Un alto funcionario de una localidad cercana que ocupó cargos muy importantes (hoy fallecido) provendría de esta hermandad.
Los símbolos
El símbolo más conocido de la masonería tradicional es el martillo, escuadra y compás. Aunque las diversas logias tienen diferentes simbología y sus miembros muchas veces se conocen a través de gestos prácticos como puede ser una determinada forma de dar la mano con una posición del dedo meñique muy particular.
El lema que se debe cumplir a ultranza es «No digas a nadie los secretos de la cámara, ni nada de la logia»
Venado Tuerto
El nombre de la masonería de Venado Tuerto se debe al inglés Arthur Adams jefe de la estación de ferrocarril de Venado Tuerto y fue quien se encargo de ingresar la masonería en esa ciudad y que luego se habría expandido a otros lugares cercanos.
Para darse cuenta de la importancia del templo venadense en la provincia de Santa Fe existen cuatro templos donde las distintas logias practican sus rituales.
Hay dos en Rosario, uno en Santa Fe y el restante es el de Venado Tuerto que además tenían dos logias con unos 140 miembros. En toda la Argentina existen alrededor de 10 mil masones. En el templo abierto por primera vez al público se practica las etapas de aprendiz, compañero y maestro. En total son 33 grados.
Los códigos son cerrados. Se puede dar nombres de masones fallecidos, pero no de acceder al listado de las personas vivas.
Salto
Los historiadores de Salto pudieron determinar que en el año 1906 se funda la «Logia Unión Fraternal». Sus integrantes fueron: Bernardino Pizzarro, Pedro Bosio, Juan Vilas, Juan Vetromile, Santiago Ghiringhello, Vicente Espejo y Carlos Esperso.
Algunos de sus miembros eran Fructuoso Caseras, su presidente y los otros seis integrantes Eduardo Babarcco, Enrique Scagnetti, Pascual Migane, Andrés Ucha, Santiago Cabodi y Francisco Blanco.
Su lugar de reunión era una casa de alto, ubicada en Suipacha y 25 de Mayo.
Con el correr de los años se incorporaron: Emilio Superno, Nicolás Marchesi, Marcelo Allemandi entre otros.
Pergamino
Una fotografía de un pergaminense tomó notoriedad histórica al retratar a los veinte masones que tenía la localidad. En Pergamino el centro masónico fue fundado por un fotógrafo.
Los fotógrafos muy aventureros fueron masones y cruzaron el Atlántico confiando en la tradicional ayuda de sus hermanos del sur de América; algunos eran hijos de masones y compartían con sus padres los postulados de fraternidad entre los hombres y el combate a los prejuicios, la superstición, el fanatismo, la ignorancia, la desigualdad, la intolerancia y los privilegios.
San Nicolás
En San Nicolás, Arturo Melian fue fundador en 1858 (La antiguas de la provincia de Bs. As), A los dos meses de su fundación contaba con 41 miembros. En 1865 se convertirá en la Logia Unión y Amistad Nº 10.