(Por Victor Calvigioni) El 31 de octubre de 2008 a las 14.10, se cometió el mayor asalto de este milenio en nuestra región. Se trataba del banco de Carabelas. Uno de los principales elementos de la investigación del ilícito al Banco Provincia pasó por estar comprobado que el automóvil Ford Escort, color gris, secuestrado por la policía a pocos cientos de metros del acceso a Carabelas (sobre la Ruta Provincial 31, en dirección a Colón), estuvo involucrado en el atraco y habría sido utilizado como apoyo por los malvivientes.
El hecho fue perpetrado en el momento exacto, a las 14.10 del viernes 31, circunstancias en las que la actividad cotidiana, en localidades como Carabelas, se reduce a su mínima expresión.
Previamente,, los ladrones realizaron una falsa llamada dando cuenta de la presencia de un grupo sospechoso de individuos en la zona de El Arbolito, en las inmediaciones de una explotación agropecuaria particular. Esta llamada habría sido efectuada por una persona que habría hablado manifestando signos de agitación y temor e interrumpió la llamada de improviso, por lo cual la policía del destacamento de Carabelas, ante la eventualidad de que se estuviese produciendo una contingencia seria, concurrió a ese lugar.
Con esto se logró que la localidad quedase prácticamente sin uniformados y sin móviles, lo que permitió a los delincuentes operar con amplio margen a su favor.
Con el terreno allanado, uno de los delincuentes vestido como policía, ingresó a la sucursal del Provincia y tras preguntar por el efectivo de la Bonaerense que estaba de custodia, lo hizo salir de la garita blindada con un pretexto, y luego lo redujo, encañonándolo con un arma de fuego.
Enseguida ingresaron los tres delincuentes encapuchados, uno de ellos esgrimiendo un arma larga. Sin ejercer violencia alguna sobre los tres empleados de la sucursal, aunque intimidándolos verbalmente, los cacos se alzaron con todo el dinero existente en la caja del banco. En ese momento miembros de la banda encerraron a los conmocionados funcionarios en un baño del local. Los intrusos se dieron a la fuga con rumbo desconocido, aparentemente a bordo de un Peugeot 504, color blanco.
Los empleados dieron la alarma, la policía local, en contacto directo con las autoridades policiales y judiciales de la jurisdicción, dispusieron un operativo «cerrojo» en la región, con resultados negativos. En este sentido llamó la atención que pese a la magnitud del dispositivo implementado, que abarcó rutas que pasan por Junín, Chacabuco, Pergamino, Salto, Colón, Rojas, no se pudo encontrar a los asaltantes. Todavía se sospecha que hubo zona liberada.
El esclarecimiento y policías involucrados
La investigación llevada a cabo por la Policía Bonaerense y organismos de inteligencia dio su fruto. Los miembros de la banda que fueron detenidos por deshonrar los uniformes fueron el capitán Gustavo Castello, que se desempeñaba en la comisaría primera de Pergamino; el teniente primero Jesús Adrover, y el sargento Walter Mendoza. Los policías fueron desafectados de la fuerza por el Ministerio de Seguridad bonaerense. Al momento del asalto al Banco de Carabelas cumplían funciones en el Destacamento de Rojas y en la División de Investigaciones de ese mismo distrito.
También fueron aprehendidos cinco civiles sospechados de ser los que asaltaron el banco y son Javier Kantarowicz (41), Ángel Anabalón, Edgardo Crisi (38), Jorge Barresi (53) y Carlos Bassi.
La investigación
El talón de Aquiles del plan delictivo fue un llamado desde un teléfono celular, denunciando un falso robo en un campo situado en cercanías de la localidad de El Arbolito
Los efectivos policiales del Destacamento Carabelas marcharon al sitio del presunto asalto, dejando a la localidad sin presencia policial.
La persistente investigación y algunos hechos ulteriores que realizaron los integrantes policías y civiles de la banda terminaría en el esclarecimiento del caso que conmocionó a la zona.
Una fuente dijo que el celular de uno de los policías y de donde se realizó la llamada al Destacamento de Carabelas (el celular sería 02475.1556…) y que en forma desesperada indicaba que se estaba realizando un falso robo en un predio rural cercano a la localidad de El Arbolito fue el puntapié inicial de una exitosa investigación.
Como se recordará luego que la vecina localidad quedará sin defensas, tres de los civiles ingresaron al banco (uno de ellos vestido de policía) y se llevaron el dinero que había en el tesoro.
La tecnología
Una fuente a la que accedió este periodista señaló que actualmente se cuenta con tecnología y un dispositivo para «abrir las antenas» y determinar por un sistema de células el lugar desde donde se llamó e identificar el teléfono celular que realizó la llamada.
En algunos casos, se aplica un sistema más avanzado que permite (aunque se cambie el chips) identificar al aparato desde donde salió la llamada.
En este sentido, todo teléfono celular cuenta como si fuera la «huella dactilar» de una persona. Es un número que lleva cada pequeño equipo y los hace detectable e inidentificable una vez que se activa. Tal vez, los policías bonaerenses ignoraban el avance tecnológico y fue la perdición para que cayeran ante un gran trabajo policial-judicial.
La misma fuente indicó «fueron policías los que pusieron entre rejas a los que deshonraron los uniformes».
Otra fuente nos dijo que se había puesto aparatos recién llegados al país y que podían interceptar llamadas por las frecuencias de los celulares que son procesados por una programa de computadora. .
La huida
El viernes 31 de octubre solo había cuatro empleados en el banco de Carabelas Los civiles coparon la entidad bancaria ,y uno de ellos vestido de policía sorprendió y redujo al efectivo de la bonaerense que estaba de custodia fuera de la garita. El robo se produjo a las 14.30
El primero en ingresar al banco fue el ladrón disfrazado de policía, quien se acercó al custodio -que hasta ese momento no sospechaba de un asalto y se encontraba en la garita abierta, lo amenazó con un arma, lo sacó a los empujones y lo arrojó al piso.
Tras sustraerle el arma y el teléfono celular al vigilador, entraron al banco otros cuatro delincuentes que intimidaron a tres empleados de la entidad y a uno de limpieza.
Luego, toda la banda se dirigió al sector de las cajas, de donde robaron todo el dinero que había en ese momento, cercano al horario de cierre.
Después, obligaron a uno de los empleados a abrir el tesoro y también se llevaron todos los fondos.
El tesoro estaba completo debido a que un rato antes del robo había pasado por la sucursal un camión de caudales proveniente de San Nicolás, dato que seguramente los delincuentes conocían.
Tras el asalto, la banda encerró a los empleados y al custodio en el baño y escapó.
Los ladrones huyeron del sitio en un Renault 12, y se escondieron en un establecimiento rural de la zona de Junin. Cuando la situación se enfrió y declinaron los operativos cerrojos ordenados en las rutas de la región, los cacos se dirigieron a Chabuco y en forma posterior a La Plata donde habría morado en la casa- taller de Kantarowics y donde el jueves se realizó un allanamiento secuestrándose armas que podrían haber sido utilizada en elrobo
Otros grandes asaltos
Debemos recordar que los asaltos a Banco Nación de Pergamino en abril de 2008, y de una Mutual en la zona de General Arenales en febrero de ese años fueron ilícitos perpetrados por bandas con mucha experiencia y de similares características en cuanto a la forma de actuar.
En el asalto a la mutual de Cañada Rica la policía logró abatir a uno de ellos y sus cómplices se comprobó que eran de San Nicolás y Pergamino. Este último había escapado de la Comisaría tercera de la vecina ciudad. No obstante se conoció que los malvivientes eran dos personas oriundas de San Nicolás, uno de ellos quien asaltara tiempo atrás, una parrilla ubicada en las afueras de Pergamino, donde se encontraban cenando en aquel momento concejales y el intendente junto a algunos de sus secretarios.
Por su parte, la persona abatida en el asalto por una herida de bala a la altura del coxis que le afectó la arteria femoral desangrándose, era Rodrigo Oscar Sánchez, de 23 años, quien al igual que el resto de la banda había salido poco antes de las fiestas de Navidad y fin de año, de la unidad carcelaria de San Nicolás.
El joven, quien presentaba domicilio en la ciudad de Junín, es oriundo de Arrecifes y era hermano del «Chino» Sánchez, quien también falleciera en un enfrentamiento con personal de la Policía de Pergamino en el año 1996.
La banda que asalto GEA
El otro hecho donde actúo una banda en forma sincronizada fue el asalto a GEA. El auto utilizado fue robado en Rosario a la psicóloga Eve Cortapello, luego de regresar de atender varios pacientes en su consultorio había dejado estacionado su auto marca Duna, color negro frente a su vivienda en Rosario. El reloj marcaba las 17, del jueves 7 de noviembre. Un delincuente solitario una hora después y con gran maestría abrió el rodado hizo el puente y se llevó el vehículo.
El auto serviría para asaltar la Cooperativa Graneros y Elevadores Argentinos de nuestra ciudad apenas dos horas y media después.
El comando que asaltó el supermercado de 46 y 21, contó con un mínimo de siete personas. En este sentido, cinco actuaron en el supermercado y dos choferes del Duna y el auto apoyo. Los ladrones llegaron a las 20.40 al supermercado. El Duna negro quedó estacionado en calle 46 casi llegando a 22. Un delincuente bien vestido abordó a un empleado y pidió hablar con el gerente Roberto Rossi.
Estaba vestido con un traje color oscuro y en su saco tenía rastros inconfundibles que habían transitado caminos de tierra. Señalo que tenían una reunión y que venían de la Cooperativa de General Conesa.
Los delincuentes estaban en el interior del supermercado de 46 y 21. Un empleado accionó la alarma de seguridad que está conectada a una empresa de Pergamino.. La alarma habría sonado a las 20.47.
Los responsables de esta empresa señalaron que llamaron al número de la comisaría 431003 y un policía habría tomado ese llamado que avisaba que malvivientes estaban asaltando GEA. El presunto llamado no quedó registrado en el libro de la Comisaría Ningún efectivo habría atendido a la empresa de seguridad.
El llamado que alertó a los uniformados provino de un vecino que dijo » vengan rápido están asaltando en GEA».
Conexión Rojas
El oficial que partió inmediatamente a la ciudad de Rojas tenía una fuerte sospecha que los delincuentes que actuaron sería de esa localidad. En las últimas semanas los policías habrían seguido los movimientos de un grupo de personas que había alquilado un comercio sobre calle 50.
Los pesquisas sabían que los individuos en cuestión tenían antecedentes policiales y sospechaban que podría haber algún hecho de magnitud en la ciudad arrastrado por esta gente.
Los peritos habían confirmado que en el Duna negro no había huellas dactilares.
Los trabajos de investigación y las sospechas determinaron muy pronto el primer allanamiento relacionado con la causa. El mismo se realizó en calle 50 y 19 y habría sido negativo. La primera es que la banda se formó en el interior de un penal (San Nicolás, Junín o Melincué) y habría efectuado el primer asalto . También podría ser que se dedicaran a otros rubros como la piratería del asfalto y que cambiaron a un «palo» menos riesgoso. El poder de fuego que mostraron en la GEA no es de primera. Según tenemos conocimiento utilizaron revólveres calibre 32 y 38.
Esto podría determinar que se trata de un grupo recientemente creado o que «un entregador colonense» les avisó que no se encontrarían con dificultades mayores para asaltar el lugar.
Los pesquisas sospechan que se trata de un grupo que proviene de un ciudad del norte bonaerense.
No descartando que sea un comando que «cruzó la frontera» santafesina. Sin embargo a este periodista siempre le quedó la duda sobre el hallazgo en una casaquinta de Colón de un paquete de monedas que había sido robado en GEA. ¿Por qué no se siguió la pista, y a l mujer que lo tenía?.
Mutual de Barracas
El otro asalto ocurrió a las dos de la tarde en la Mutual Barracas donde por lo menos tres individuos ingresaron al local de calle 22 entre 46 y 47, a las 14 y se llevaron una suma cercana a los 17 milpesos.
En marzo de 2008 detuvieron a una mujer en Junin que habría actuado con una banda en el marco de la I.P.P. Nº 48787 iniciada en Pergamino tras el «robo calificado» cometido en una Mutual pergaminense, en el cual ladrones fuertemente armados se llevaron una fuerte suma de dinero en efectivo (pesos y dólares) y pistolas de dos efectivos policiales. La pareja habría asaltado varias estaciones de servicio en el Gran Buenos Aires.