Melincué: Estudian los peces de la laguna para definir el perfil turístico

Apunta a planificar una explotación responsable del recurso natural. Con estos datos científicos definirán las temporadas de pesca y de veda

La Comuna de Melincué, a través del secretario de Turismo, Pesca y Deporte, Mario Sacchetto, solicitó un estudio biológico-pesquero de la laguna Melincué a docentes e investigadores de tres universidades nacionales: Río Cuarto, La Pampa y del Centro de la Provincia de Buenos Aires. El objetivo es planificar el perfil turístico que debe adoptar Melincué en el mediano y largo plazo, apostando a una explotación responsable del recurso natural y potenciando las ventajas comparativas de la localidad pero sin atentar contra la viabilidad del ambiente y de la fauna. En ese sentido, se estudiará la presencia de especies que parecían no habituales en ese espejo de agua y que en sondeos previos se pudieron detectar, y también planificar la temporada de pesca.

«La idea es saber a ciencia cierta lo que tenemos para poder proyectar qué se va a hacer el año que viene, si vamos a continuar con la pesca o si tenemos que ir cambiando la mentalidad», apunto el secretario Sacchetto. Por primera vez la Comuna de Melincué planifica su desarrollo turístico, así como la temporada de pesca o su veda, a partir de datos serios y con aval científico, lo cual pone en valor la seriedad del trabajo de programación y planificación que desde allí se desarrolla.

El secretario de Turismo, Pesca y Deporte destacó la decisión de la Comuna de «a partir de los resultados planificar cuál es el perfil turístico al que debe apostar Melincué en el mediano y largo plazo, haciendo una explotación responsable del recurso natural, potenciando las ventajas comparativas de la localidad para generar trabajo e ingresos, sin atentar contra la viabilidad del ambiente, de la fauna y, con ella, de la propia actividad turística vinculada a la pesca».

En la segunda semana de septiembre estuvieron trabajando en la laguna los profesionales Miguel Mancini, Fabián Grosman, Omar del Ponti, Pablo Sanzano y Víctor Salinas, acompañados por el alumno avanzado Lorenzo Regis (UNRC). El objetivo fue elaborar un diagnóstico de situación sobre el cual proponer pautas de gestión de recursos técnicamente fundadas tendientes al uso responsable.

Veda hasta diciembre

En la evaluación se encontraron 11 especies y se tomaron muestras de agua. A partir de las primeras aproximaciones, una de las decisiones que se tomó fue la de extender la veda hasta mediados de diciembre para proteger las especies y que se pueda repoblar la laguna. «La veda es una medida para pensar en el futuro. La validez del punto de vista biológico está dado por establecer un periodo de protección, y sabemos que hay un impacto social y económico, pero es necesario pensar en mañana», aclararon los profesionales.

Este grupo universitario, que ha trabajado en varias lagunas y embalses de Argentina, realizó en diferentes sectores de la laguna un trabajo exhaustivo junto a guardafaunas y guías de pesca que operan en el lugar, cuyo conocimiento del ambiente fue de suma importancia para optimizar el estudio.

Entre las tareas realizadas, se destacan la medición de variables del agua: oxígeno, conductividad, pH, temperatura, profundidad, turbidez, entre otras, y del aire: temperatura y velocidad del viento.

Además se tomaron muestras de agua para determinaciones químicas en laboratorio, se filtró agua para determinar cantidad y composición del zooplancton (principal alimento del pejerrey) y se capturaron peces mediante artes de pesca diseñadas para estos trabajos como trampas, redes de arrastre y enmalle compuestas por varias medidas de malla para estudios poblacionales de pejerrey.

Relevamiento exhaustivo

De manera simultánea y a los efectos de cotejar resultados, los guías realizaron una pesca experimental con caña durante tres horas para evaluar la captura por unidad de esfuerzo mediante esta modalidad.

Posteriormente, los investigadores realizaron tareas complementarias de análisis de los peces capturados, que incluyó reconocimiento de especies, mediciones de longitudes, pesos y la toma de muestras de contenidos digestivos y escamas, ambos para ser analizados en laboratorio.

«Cada laguna es muy particular y muy propia. Lo que se hace es tomar a las hembras y se analiza el peso y el estadío de desarrollo de madurez. Hay unos índices que tienen que ver con el peso y el volumen. A partir de ahí encontramos algunas que están en pleno desove y otras que han desovado. El pico lo esperamos en octubre, ya que las temperaturas ideales son los 18 grados», explicaron.

Además, se observó la maduración gonadal de los pejerreyes para evaluar la marcha del desove y la presencia de ectoparásitos, con resultados que luego serán abordados y analizados en las respectivas universidades.

Por último, se realizó un encuentro con las autoridades de la Comuna, guardafaunas y guías de pesca.

Los universitarios integrantes del «Grupo Pejerrey» expusieron algunos resultados preliminares, sugirieron medidas de gestión del pesquero (entre ellas la veda que ya rige), la relevancia de la implementación de acciones de protección del recurso pejerrey, entregaron un libro de autoría del grupo titulado «Pejerreyes del sur de América» y material impreso de un proyecto de extensión universitaria sobre el cuidado y conservación de los recursos hídricos e ícticos.

Por su parte, solicitaron datos e información precisa sobre el historial de la laguna, antecedentes de pesca y de siembras de pejerreyes del pesquero, uno de los más importantes de Argentina en los últimos años, principalmente por su superficie, calidad (talla) de los pejerreyes que presenta y profesionalismo de los guías.

De la misma reunión surgió la posibilidad de que el informe completo con los resultados obtenidos se presente de manera pública en la localidad de Melincué en el próximo mes de noviembre.

(La Capital)