Un joven de 18 años fue aprehendido por la Policía Comunal cuando en las primeras horas de la tarde del martes se encontraba realizando “picadas” a bordo de una camioneta utilitaria en calles del casco urbano.
Pero…la historia era otra. Un comerciante con domicilio en el barrio 9 de Julio, siendo las dos de la tarde del martes, le pagó doscientos pesos a un vecino para que lavara el vehículo. El propietario que utiliza el transporte para trabajar se fue a dormir la siesta. Cuando se levantó y fue a observar el resultado del encargue, se encontró que la pequeña camioneta no se encontraba y el trabajador que se domicilia en una vivienda cruzando las calles, “brillaba” por su ausencia.
El comerciante pensó me robaron el vehículo, y rápidamente con el corazón en la boca se trasladó a la Estación Comunal de Policía. Al llegar y conversar con los oficiales se enteró que su medio de trabajo estaba secuestrado por correr “picadas”. El joven permanecia aprehendido.