La responsabilidad de los casos fueron direccionados a la agroindustria y la responsabilidad de la disposición de los residuos urbanos.
Representantes de la cátedra Práctica Final y del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), presentaron este viernes a la Municipalidad de Sastre los resultados finales del campamento sanitario realizado en esta ciudad, a mediados de marzo de 2017. Entre otros puntos analizados, los especialistas expusieron la prevalencia de enfermedades circulatorias, cardiovasculares y cáncer, cuya incidencia supera en 100 casos la media nacional por cada 100 mil habitantes, de acuerdo a los parámetros establecidos por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (Iarc) dependiente de la Organización Mundial de la Salud.
En Colón durante seis años pudimos sacar estadísticas y el 25 por cientos de las personas muere de cáncer, pero las autoridades municipales nada hacen para lograr una profunda investigación. Los números de los decesos permanece estable de 1998 a la fecha.
En un clima de tensión, a raíz de la negativa de parte del municipio local a permitir el ingreso de periodistas y vecinos al acto de entrega del informe, la formalidad se concretó en pocos minutos, cuando el representante de la Facultad de Ciencias Médicas, Gastón Palacios, no pudo más que expresar conceptos generales del contenido del documento.
Posteriormente, en una improvisada conferencia organizada en la Biblioteca Popular San Martín, por los vecinos autoconvocados agrupados en Unión Ciudadana por la Vida y el Ambiente, Palacios pudo explayarse y mostrar gráficas y aspectos más detallados sobre los resultados del relevamiento que indica de qué se enferman y cómo mueren los sastrenses.
Crónicas no transmisibles
Del informe se desprende que entre las principales dolencias se ubican las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) y los tumores malignos. Dentro de las ECNT resulta llamativa la prevalencia del hipotiroidismo como segunda patología crónica con mayor frecuencia. Ese grupo de enfermedades representan factores de riesgo que se expresan con un predominio de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, que junto a los tumores son las principales causas de muerte. Los tumores malignos constituyen una de las principales causas de muerte en los últimos cinco años y el análisis de los datos mostró una tendencia creciente en las mujeres, mientras que para los varones se registra un descenso en la tasa respecto al quinquenio previo.
«Respecto a la tasa de cáncer, Sastre se ubica por encima de la mayoría de los resultados hallados en otras localidades analizadas», explicó Palacios a los presentes.
Durante el campamento, los encuestadores preguntaron a la población sobre su percepción respecto a los problemas de salud más habituales. «Cáncer» fue la respuesta que apareció con mayor frecuencia. De acuerdo al informe, esa percepción tiene correlación con los datos de la realidad recabados. «Las representaciones de la población respecto a sus problemas de salud y las fuentes de contaminación no están descontextualizados de los resultados que se observaron en este análisis. La construcción de esas representaciones es compleja, pero expresan mucha información acerca del trascurrir en el cotidiano de los habitantes de Sastre y Ortiz, la forma en que se relacionan entre sí y con su entorno y, a la vez, cómo éste último puede estar transformando también la propia forma de vivir», destaca el documento.
El porcentaje de población relevado en Sastre fue del orden del 60 por ciento y hubo 200 familias que se negaron a participar. Además, otro tanto de la población restante no fue encontrada en ninguna de las cuatro visitas que encuestador realizó a las viviendas. «Los campamentos son de la gente. Más allá de que debe existir la decisión política de llevarlos adelante por parte de la autoridad comunal, los destinatarios son los ciudadanos de cada población y cerrarle las puertas a un campamento sanitario es cerrárselas a si mismos», indicó el especialista.
Agroindustria y basura
En general, y como ocurre en otras localidades que recibieron campamentos sanitarios, en los primeros lugares aparecen las menciones que se relacionan a la matriz productiva de cada localidad. «En Sastre está muy presente para la población la actividad agroindustrial, que se expresa a través de la fumigación y uso de agroquímicos. El gran avance de la frontera agrícola con la incorporación de nuevas tecnologías y la cercanía entre estas actividades y la población ha configurado nuevos escenarios en las localidades de la región con la creciente preocupación por sus consecuencias», se expresa en las conclusiones.
La disposición final de los residuos sólidos urbanos se configura también como una de las problemáticas vigentes. «El impacto del basural en la vida cotidiana de la localidad se evidencia también en la referencia de olores desagradables percibidos frecuentemente», describe el escrito.
Finalmente, el informe expone que «las representaciones de la población respecto a sus problemas de salud y las fuentes de contaminación no están descontextualizados de los resultados que se observaron en este análisis. La construcción de esas representaciones es compleja, pero expresan mucha información acerca del trascurrir en el cotidiano de los habitantes de Sastre y Ortiz, la forma en que se relacionan entre sí y con su entorno y, a la vez, cómo éste último puede estar transformando también la propia forma de vivir».
Un acto de discriminación a la prensa que preocupó
La Comisión de Libertad de Expresión y Formación Profesional del Sindicato de Prensa Rosario expresó su preocupación por la situación que vivió el corresponsal de La Capital cuando se presentó en la Municipalidad y se le informó que sólo podían ingreswar periodistas invitados y él no. Allí era la reunión entre la intendenta María del Carmen Amero y representantes de la Facultad de Ciencias Médicas para exponer los resultados del campamento.
La Municipalidad sólo convocó a dos medios para cubrir la entrega de la documentación. El resto quedaba afuera. Los periodistas invitados se solidarizaron y no entraron. Luego, se permitió el ingreso de todos a un acto muy breve donde se recibió el informe sin que se explicaran detalles.
«El SPR considera lo ocurrido como un hecho discriminatorio, que atenta contra la libertad de expresión pero también contra el derecho a la información de toda la sociedad. Hacemos un llamado para que desde la Intendencia se respete el trabajo periodístico, la pluralidad de voces y el principio de máxima apertura para brindar a la comunidad la información que le corresponde», afirmó la entidad. (Datos La Capital)