En las últimas horas en la localidad de Elortondo sucedieron varios intentos de «secuestros virtuales». Afortunadamente ninguno de ellos terminó con el pago de dinero ya que fueron advertido antes.
De todos modos el miedo y la inseguridad se hizo presente en este pueblo y uno de las situaciones más terrible le toco vivir a una familia quien sufrió el intento de uno de estos secuestros virtuales: «Son las 5:32hs. de la madrugada de este 22 de julio; en un sueño que me cuesta mucho conciliar suena el timbre y al mirar por la ventana veo a mis padres con tanto frío, el abrigo que pudieron ponerse en el apuro y llorando, supe que nada bueno pasaba, y así fue», comenzó relatando Claudia.
«Alguien (voz de hombre) les pide $500.000 porque me tenían secuestrada», explicó la mujer y agregó que los secuestradores imitaron su voz y le dijeron a los padres: «papi dale le plata porque me matan».
«Mi papá dice hasta tu voz afónica tenía (dato muy claro ya que hoy mi cuerdas vocales estás afectadas, o sea que el conocimiento que tenían era mucho). Muy asustado les dice yo no tengo esa plata; «bueno, entonces la matamos y listo», siguió el relato la mujer.
«Gracias a una vecina que volvía de su trabajo y los vio, mientras ellos venían hacia mi casita, llamó a la policía. En minutos estuvo la oficial Laura Martinotti; a quién le tengo mucho aprecio. Le contamos lo sucedido, los subió a mis padres al patrullero para llevarlos a su casa, muertos de frío y de miedo. Nos contó que ya fueron 6 llamados de ese tipo esta noche, a gente vulnerable como nosotros», explicó Claudia.
«Creo, ya más tranquila, que no es gente de afuera como suele decirse, había datos muy precisos, especialmente tomarse la molestia de buscar una voz afónica como la mía», agregó la vecina de Elortondo.
«Qué esto pase en mi querido pueblo no lo voy a aceptar, ni por mí ni por las otras cinco familias que ya hoy no podremos volver a descansar», comentó la mujer.
Más adelante Claudia remarcó:»Yo no tengo miedo, el miedo más grande de la vida ya lo pasé, pero sí tengo miedo por mis padres en los que vi terror entre sus lagrimas. Ruego a Dios que mi pueblo, el que me dio todo, no se convierta en lo que no es».
«Ya basta; por nosotros y por todos, paz es lo único que pido para mis padres y para mí (y para el pueblo todo) ya el dolor no se nos va más. Voy a rezar, no hay otra manera en estos momentos», cerró Claudia.(La Guia)