Mirta Liliana Rosa falleció de un paro cardíaco camino a la Clínica Pergamino, a dónde se dirigía en ambulancia producto de una descompensación. Entre las pocas indicaciones que había dejado a sus familiares, una importante era que no quería que la despidieran en un velorio. Su intención era que su cuerpo descanse cuanto antes junto a sus padres en el Cementerio Parque, pero nada salió según lo previsto y en vez de estar despidiendo a su mamá, ayer al mediodía Gonzalo Duna estaba realizando una denuncia penal porque alguien sin autorización decidió cremar el cuerpo equivocado.
“Hoy (por ayer) a las doce del mediodía nos fuimos hacia el Cementerio Parque para despedirla con mi viejo, familiares y allegados, pero cuando estábamos allá esperando que la lleven recibimos un llamado desde las Salas Velatorias diciendo que faltaba una firma y no la podían llevar” relató Gonzalo Duna en diálogo con PRIMERA PLANA y agregó “les pedimos que la trajeran al cementerio y firmábamos ahí, pero se negaron y nos fuimos con mi viejo a las salas.”
El responsable del llamado supo que no era una noticia para dar por teléfono: alguien, por error, había autorizado el envío del cuerpo de Mirta Liliana Rosa a la ciudad de Junín para que la cremaran.
“En las Salas nos enteramos que a mi vieja la habían cremado y estaba en una urna como NN en Junín mientras nuestros familiares todavía la seguían esperando en el cementerio”. Lo que siguió fue un momento de mucha tensión debido a la falta de respuestas. Gonzalo, notablemente alterado, provocó algunas roturas de vidrio en el interior de la sala lo que provocó que los empleados convocaran a la policía temiendo por su seguridad. “¿Cómo pretendían que me ponga con semejante noticia? Si encima nadie se hacía responsable, y me decían que la teníamos que ir a buscar nosotros a Junín. Solo se escondieron para llamar a la policía” explicó Gonzalo durante la entrevista con PRIMERA PLANA.
Enterados del suceso que motivó el enojo, los oficiales que se llegaron hasta el lugar controlaron la situación, le aseguraron a los familiares de Mirta Liliana Rosa que nadie presentaría cargo por los daños y les recomendaron hacer la denuncia pertinente.
Aún se desconoce el motivo de la equivocación ya que hasta el momento ningún responsable de las Salas Velatorias ni ningún directivo de la Cooperativa Eléctrica que son quienes brindan el servicio se han comunicado con la familia.
En medio de una jornada de trsiteza y desconcierto, Gonzalo y su padre viajaron a la vecina ciudad de Junín a buscar el cofre con los restos de su madre gracias a las gestiones que se realizaron desde Fiscalía: “recién mañana (por hoy) yo voy a poder despedir a mi vieja en el Cementerio Parque.”
Para finalizar Duarte aseguró que “tuvimos un día de pesadilla, pero vamos a seguir adelante para que pague algún responsable. Mi vieja iba a ser sepultada con sus padres en un cajón, le habíamos llevado ropa para que la vistieran y me la terminaron cremando” y aportó un dato más “en el crematorio de Junín estaba otra familia viendo cómo cremaban a mí vieja, otra familia que fue dos veces al crematorio; primero con mi vieja y después con su familiar. (Primera Plana)