En el Día Mundial de las Alergias, expertos explican las reacciones del cuerpo humano frente a los alérgenos, medicamentos, dieta occidental, cambio climático y los contaminantes ambientales, entre otros.
Afectan a chicos, grandes, mujeres y hombres. Uno de cada cuatro argentinos sufre algún tipo de alergia: ya sea al pólen, al humo, moho, hongos, a algún medicamento, alimento o por una picadura de insecto. También por conjuntivitis, urticaria crónica, o rinitis alérgica.
¿De qué se trata?
Las enfermedades alérgicas son procesos más frecuentes de lo que se cree. En total se estima que afecta del 20 al 25 pror ciento de la población mundial.
Es por eso que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a las enfermedades alérgicas entre las seis patologías más frecuentes del mundo.
Una alergia es una reacción exacerbada del sistema inmunitario a una sustancia que su cuerpo identifica como invasor, y al cual clínicamente se define como alérgeno.
La mayoría puede ser tratada de forma simple, logrando una rápida disminución de los síntomas, pero cada una tiene sus particularidades y en ocasiones se requiere un abordaje más complejo.
Para describirlas, la OMS las agrupa en tres grandes grupos: las respiratorias, las de piel y las de ojos.
Las alergias respiratorias suceden cuando una persona con hipersensibilidad a los alérgenos los inhala o entra en contacto con ellos.
Allí se agrupan en su mayoría la rinitis alérgica y el asma. La provocan los hongos, los animales, el pólen y los ácaros. Y su síntomas son estornudos permanentes, goteo nasal, tos y picor.
Respecto a las alergias de piel, son ocasionadas por la exposición al alérgeno por contacto directo con la piel o por ingestión.
Puede presentar urticaria, exzema o dermatitis de contacto. Es provocada por el sol, medicamentos, níquel, animales, alimentos y picadura de insectos.
Los síntomas más comunes son enrojecimiento, picor, ampollas, erupción, inflamación y descamación.
Y por último están las alergias oculares, conocidas también como conjuntivitis alérgica, ya que se produce una inflamación de la mucosa conjuntival provocada por estar cerca de animales, hongos, polen y ácaros. Los síntomas son el picor en los ojos, el lagrimeo y los ojos rojos.
Herencia
La tendencia a desarrollar alergia suele tener una base hereditaria lo que significa que se puede transmitir de padres a hijos. Cuando un padre es alérgico sus hijos tienen hasta un 40% de posibilidades de padecerla. Si ambos padres son alérgicos las posibilidades de serlo pueden ascender a un 70%.
Sin embargo, también es muy importante la epigenética, es decir, el ambiente al que el niño está expuesto y que puede provocar que «se enciendan los genes» relacionados a la alergia. (InfoGEI)