Los expertos aseguran que el sistema por reposición para familiares y amigos debe ser reemplazada por la donación voluntaria que reducen entre 5 y 10 veces las infecciones en donantes. En Argentina sólo el 30 por ciento de los donantes son voluntarios.
Por Magalí de Diego, Agencia CTyS-UNLaM
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) todos los países deben tener un servicio nacional de sangre que permita mantener un suministro suficiente y seguro para todos los pacientes que requieran una transfusión. La mejor manera de cumplir este objetivo consiste en obtener la totalidad de las donaciones de donantes voluntarios no remunerados.
En Argentina cada año cerca de un millón de personas donan sangre, pero un 60 por ciento lo hace a pedido de amigos o familiares. Este sistema de donación, llamado «de reposición», es imperfecto y muy vulnerable. Según Corina Zucchi, Directora de Captación de Materia Prima Biológica del único Laboratorio de Hemoderivados de la región Sur, perteneciente a la Universidad Nacional de Córdoba, “es necesario concientizar a la gente de que el sistema de donación voluntario presenta muchas ventajas por sobre el de reposición”.
Al donar para un familiar que requiere una trasfusión, la presión por la urgencia hace que, en muchas ocasiones y para asegurarse la extracción, se oculte información vital que determinará si su sangre es segura o no. “En cambio – plantea la bioquímica y farmacéutica con un magíster en Ingeniería en Calidad- el donante voluntario ha comprendido la importancia de que, si no es por la voluntad de las personas, estos componentes no se obtienen de otra forma”.
En 2002, el Ministerio de Salud de la Argentina inició el Plan Nacional de Sangre (PNS) con el objetivo de mejorar los índices de donación voluntaria que, apenas alcanzaban un 3 por ciento. “A nivel país ahora estamos en un 30 por ciento de donantes voluntarios. Nuestro país es muy heterogéneo en este aspecto: el hospital Garrahan, por ejemplo, tiene 100 por ciento de donantes voluntarios, pero existen otros bancos de sangre, también en Buenos Aires, que no llegan a un 5 por ciento”, explica la experta en diálogo con Agencia CTyS-UNLaM.
A su vez Zucchi señala que “hay provincias como Jujuy donde se trabaja mucho en la difusión y hay un 80 por ciento de donantes voluntarios. De todos modos, todavía queda mucho por hacer a nivel país porque la principal fuente de crecimiento se da mediante colectas externas de donación, es decir, cuando el banco de sangre va a donde está el donante y no al revés”.
El problema de la colecta externa es que requiere de políticas públicas que sostengan los costos extra para poder tener una mínima estructura, ya sean carpas, tráilers o móviles de extracción, que permitan la correcta atención del voluntario para mantener las medidas de higiene.
Desde el PNS aseguran que, la baja proporción de voluntarios impacta en la seguridad y en la economía del sistema. Según los expertos, las instituciones con donantes repetidos, es decir voluntarios, tienen entre 5 y 10 veces menos infecciones transmisibles en donantes. “Nuestro sistema actual de donación de sangre descarta alrededor de 50.000 unidades de sangre al año por infecciones, lo que equivale a 50 millones de pesos”, revelan.
Por eso se insiste en concientizar a la población ya que con sólo 15 minutos y una simple extracción “se pueden salvar como mínimo 3 vidas” destaca Zucchi al explicar que siempre la sangre es separada en glóbulos rojos, plaquetas y plasma por lo que cada componente es utilizado en base a la necesidad del paciente.
En el caso del plasma, que se obtiene del fraccionamiento de las donaciones de sangre convencionales, la mayoría es enviado a la industria farmacéutica para la elaboración de medicamentos consignados a tratar quemaduras, alteraciones de la coagulación, y enfermedades del sistema inmune, entre otros.
En Latinoamérica sólo existe un Laboratorio de Hemoderivados capaz de realizar esta tarea que se encuentra en la provincia de Córdoba. “Al ser el único de la región elaboramos medicamentos para Argentina, pero también para Chile, Uruguay y Paraguay ya que asumimos la misión de extender este servicio a toda la región porque si deben importarlos sus costos son exorbitantes”, resalta Zucchi.
La donación de sangre puede realizarse cada 3 meses en el caso de los hombres y 4 en el de las mujeres que gocen de buena salud, tengan entre 18 y 65 años y pesen más de 50 kilos. Para quienes cumplan estos requisitos se les recomienda no concurrir en ayunas.