(Por Cynthia calvigioni) El problema del Tránsito en nuestra ciudad parece no encontrar una solución. Son varios los puntos en los cuales se deben trabajar fuertemente para mejorar las conductas de los ciudadanos: conductores de moto sin casco, vehículos sin luces, menores conduciendo sin carnet, el tránsito pesado que sigue circulando por las calles de la ciudad, picadas entre diferentes vehículos y a esto le sumamos el exceso de velocidad que puede percibirse a simple vista y sin necesidad de un radar con solo recorrer durante diez minutos la ciudad.
El domingo por la tarde, siendo aproximadamente las cuatro, la plaza estaba colmada de gente disfrutando del sol y el aire libre. A solo unos metros por boulevard 17 y ante la mirada de unos agentes de tránsito que se encontraban en 51 y 17 circulaban corriendo picadas tres motos por boulevard 17. No ocurrió una tragedia porque no era ese quizás el destino para ese día.
Pero la imprudencia y la inacción provocan accidentes que pueden ser evitados. En boulevard 17 hay un montón de cámaras que pueden alertar a los agentes de tránsito.
Incluso un automovilista se acercó a alertarlos pero siguieron conversando como si les hubieran comentado una tontería. En los últimos quince días tres perros que no eran callejeros (y de nada igualmente vale la aclaración) murieron arrollados por vehículos que circulaban a una importante velocidad y que ni siquiera pudieron detener su marcha sin circular al menos 30 metros más.
Cabe mencionar que la cuadra mencionada es la calle 53 entre 14 y 16. Vale destacar que en ese lugar se encuentra “Personitas”, donde concurren muchos niños y el Centro Comunitario, donde casi todo el día circula gente que concurre a diferentes actividades.
A mayor velocidad, mayor accidentalidad Según la OMS, el aumento de la velocidad promedio está relacionado con la probabilidad de la ocurrencia de un accidente de tránsito, como con la gravedad y consecuencias del mismo. Se estima que un aumento del 5% en la velocidad promedio ocasiona un aumento de hasta el 10 % de los accidentes que causan traumatismos (heridas) y el 20% en los accidentes con víctimas mortales.
Además, las posibilidades que tiene un peatón de sobrevivir a un accidente de tránsito aumentan en un 90 % si el vehículo que lo atropella conduce a 30 kilómetros por hora o menos, que es la velocidad máxima para transitar por cruces o intersecciones y que es donde encontramos los peatones interactuando con la vía pública.
Estas posibilidades disminuyen a la mitad si el vehículo va a una velocidad superior a los 40 kilómetros por hora. Quizás sea tiempo que los funcionarios que legislan y quienes trabajan en el área revisen las leyes nacionales y provinciales de límites de velocidad en vías urbanas, que existan señales que lo recuerden en esquinas que sean consideradas “peligrosas”
El objetivo es trabajar de manera continua en la prevención de siniestros viales, como aspecto fundamental de la salud pública y del desarrollo, a través de la formación y capacitación de todos los usuarios del sistema de transporte y actores de seguridad vial, generando un cambio cultural, a través de herramientas del sistema de educación, la comunicación estratégica, el control de conductas de acatamiento de la ley y la planificación del sistema del tránsito.