(Por Victor Calvigioni) El comercio colonense en casi todos los rubros se encuentra en un momento económico extremadamente crítico. Las tarifas de electricidad, gas, las fuertes subas en los alquileres y las notorias bajas en las ventas, ponen un toque dramático a muchas familias autóctonas.
La caída del consumo en lácteos, productos cárnicos y farináceos es notorio y cercano al cuarenta por ciento. En la ciudad existen 700 comercios, incluyendo alrededor de 300 dedicados a la venta de algún tipo de alimentos.
En este sentido, están en juego la apoyatura económica de tres mil personas. Pero no solo los negocios locales tienen que enfrentar esta crisis. En los últimos años el eje en las ventas de artículos para nuestra mesa realizó un fuerte cambio. La llegada de ocho supermercados chinos, modifico los hábitos de compra de muchas amas de casas, y muchos comercios no pudieron reconvertirse.
La concentración en las ventas de alimentos quedó en muy pocas manos.Pero eso no es todo. El adelanto exclusivo que tuvo “El Faro” hace dos meses (dos días después de cerrarse la operación económica) de la instalación de un noveno emprendimiento asiático en boulevard 50 y calle 14, está confirmado. Se trata de un megaemprendimiento comercial que se llamará (según dos fuentes) “El Coloso”.
No es un dato menor. Nuevamente la brújula económica se volverá a “mover” en la localidad. La operación final la pudo “abrir” judicialmente una abogada colonense y los capitales chinos con base en territorio santafesino depositaron una fuerte suma para tener la prioridad de compra. La planificación del centro comercial quedó en manos de un arquitecto. (Además existen detalles adicionales que agregaremos con el correr de los días).
Pero la llegada de los de las bocas de expendio asiáticas, pudo evitarse y no violando la Constitución Nacional como muchos funcionarios les gusta señalar.
Se debe tener en cuenta, que un lustro atrás, los concejales locales aprobaron una ordenanza fundamental para la “penetración” de estos capitales. En uno de sus artículos dice que un local comercial (Supermercado) se puede habilitar teniendo un estacionamiento para los vehículos hasta 200 metros del sitio de venta.
Si esa ordenanza aprobada por vecinos de nuestra ciudad elegidos por el pueblo hubiese dicho que el estacionamiento debía estar lindero al supermercado, la mayoría de los emprendimientos foráneos no hubieran podido radicarse en la ciudad. La pregunta del millón es porque no se veto por parte del Intendente Municipal esta normativa ni tampoco las asociaciones que tienen que ver con los comercios “presionaron” para que no sea promulgada.