Desde el mes próximo, los contribuyentes del Impuesto Inmobiliario Urbano deberán abonar sus partidas con un 56% de aumento en promedio, a raíz del revalúo votado a fin de año por la Legislatura, que prácticamente equipara la cotización fiscal con la de mercado e impacta en otros tributos nacionales y municipales.
La primera cuota y el pago anual del impuesto inmobiliario urbano vencen entre el 6 y el 14 de febrero, por lo que en estos días comenzarán a llegar a los domicilios las boletas con las subas.
Si bien el aumento promedio será del 56%, en las viviendas de mayor valuación podrá llegar hasta el 75%. No obstante, fuentes de ARBA señalaron que «el incremento promedio para la mitad de las partidas será de 41 pesos por mes».
En ese marco, indicaron que las propiedades cuya valuación fiscal sea menor a los 586 mil pesos pagarán una cuota máxima (son 5 en el año) de 195 pesos (con un tope de incremento del 40%), mientras que en aquellas valuadas entre 586 mil y 1.088.000 pesos la cuota máxima será de 496 pesos (tope del 50%). Entre ese valor y los 2,5 millones de pesos, en tanto, el tope máximo de la cuota será de 1.392 pesos (hasta 60% de incremento).
El incremento, mayor al de otros años y muy superior a la inflación proyectada por el Gobierno nacional, se explica por la aplicación del revalúo inmobiliario, un recálculo del valor de las propiedades que debía realizarse en 2015, el último de la gestión de Daniel Scioli, pero que tanto éste como su sucesora, María Eugenia Vidal, postergaron por diversas razones.
Este retraso hizo, junto con los altos niveles de inflación de la última década, que los valores fiscales quedaran completamente desfasados de aquellos que manejaba el mercado inmobiliario, al punto que una propiedad podía llegar a costar 10 veces más de lo que figuraba en los registros de ARBA. E incluso provocaba una distorsión con otros impuestos: por caso, cualquier contribuyente que pagara Patentes por un auto de gama media o baja debía enfrentar un costo mayor que aquel que poseía una vivienda con un valor 10 veces superior.
Según se explicó, la última modificación en las valuaciones fiscales de las casi 5 millones de viviendas y comercios que hay en la provincia se realizó en 2005, y por ley debe actualizarse cada 10 años. No obstante, en 2015 Scioli se hallaba embarcado en la carrera presidencial y prefirió postergar la discusión. Vidal, por su parte, quiso hacerlo en 2016, pero cedió al pedido de los intendentes (incluso los de su propio espacio), quienes temían una «rebelión fiscal» por el impacto que podría tener en las tasas locales, en un contexto de baja cobrabilidad y números rojos.
Lo que sí hizo la mandataria fue constituir comisiones de análisis en cada uno de los 135 municipios, encargados de estudiar el alcance del revalúo y sus implicancias locales. Con esos datos, el Gobierno elaboró la propuesta de actualización que la Legislatura aprobó hacia fines de diciembre, y que rige desde el 1° de enero.
Con la actualización (aseguraron fuentes oficiales) los valores fiscales y de mercado quedaron prácticamente empatados, lo que explica el incremento de las partidas este año.
«El objetivo del revalúo urbano es sincerar la situación actual de los inmuebles y otorgar mayor equidad y progresividad al sistema tributario», explicó el titular de ARBA, Gastón Fossati.
El funcionario expresó que la decisión «va en línea con la decisión de reducir gradualmente el peso de los impuestos que son distorsivos para la actividad económica (como Ingresos Brutos), reemplazándolos por tributos que gravan bienes patrimoniales y se vinculan directamente con la capacidad contributiva de los ciudadanos».
Impacto en otras tasas
Estos cambios impactarán también en otros impuestos nacionales y tasas locales que se definen en función del valor fiscal de las propiedades.
En el caso de Nación, esto provocará que muchos contribuyentes pasen a pagar el impuesto a los Bienes Personales, un tributo en el que hasta ahora, por las bajas valuaciones, no estaba incluidos.
Este año, el piso para comenzar a pagar Bienes Personales fue fijado en 1.050.000 pesos. Si bien desde AFIP no informaron aún cuántas personas se incorporarán al tributo, si se tiene en cuenta que las nuevas valuaciones son casi similares a los valores de mercado se puede deducir que habrá muchos contribuyentes incluidos.
En el caso de los municipios, el revalúo impactará en las tasas de alumbrado, barrido y limpieza, que se definen de acuerdo al valor fiscal de las propiedades.
También habrá un incremento adicional para buena parte de los bonaerenses: la mayoría de los usuarios de ABSA está adherido al sistema no medido, que consiste en la adjudicación teórica de determinado nivel de consumo (expresado en m3) que se ajusta de acuerdo a la valuación de las propiedades. El revalúo hará que muchas propiedades suban de categoría y deban abonar más consumo. Este año la empresa estatal proveedora del servicio de agua potable y cloacas definió un aumento del 40% en el m3. (DIB)