Loi Nguyen Duc, de la agencia vietmanita de noticias, se bajó del ascensor en el segundo piso de la Bombonera y apuntó al Departamento de Prensa; se encontró con el chino Yu Kao, de la agencia Xinhua, y el ruso Pavel Kuznetsov, de la agencia Itar Tass. Hubo un cruce de frases y no se se trataba de una convención sobre la economía mundial; el fugaz encuentro tenía el mismo objetivo: conseguir –como fuese– una entrada para mañana para el superclásico entre Boca y River, convertido en una nueva marca-país; como el dulce de leche o el tango.
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Muchas veces se escribió sobre la gran demanda de entradas para un Boca v. River. Nadie se quiere quedar afuera y la afirmación, por lo vivido ayer en los pasillos de la Bombonera, no tiene que ver sólo con la pasión vernácula: ahora involucra a otros países.
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El impacto mundial comenzó el mes último cuando el diario inglés The Observer ubicó al clásico Boca-River, que se realiza en la Bombonera, como el espectáculo N° 1 para ver –sobre una lista de 50 acontecimientos deportivos– antes de morir, que LA NACION reprodujo el 16 de abril último. Detrás quedaron Real Madrid v. Barcelona, Milan v. Internazionale, recorrer el circuito callejero de Mónaco de la Fórmula 1 en un auto particular y mirar un partido de tenis en el court central de Wimbledon.
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La mirada del diario inglés no quedó en la anécdota: 500 turistas de varias partes del mundo estarán mañana en la Bombonera. Daniel Gazzo, presidente del Museo de la Pasión Boquense, explicó: "Yo le pago a Boca, a principios de año, una cierta cantidad de abonos por toda la temporada y después arreglo con los turistas. Nosotros le cobramos 120 pesos –unos 43 dólares– por persona por irlos a buscar a cada uno al hotel, que hagan una recorrida por el Museo y después que vean el partido. Le brindamos seguridad, confort, la asistencia de guías. Se está diciendo que cobramos más de 300 dólares por eso, pero no es así. Nada que ver".
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Gazzo comentó que el 70 por ciento de los 500 turistas vienen al país exclusivamente para ver el soñado Boca-River; asimismo, que las reservas están registradas desde enero último. Hace aproximadamente un año que Gazzo encabeza el emprendimiento, pero la cantidad de turistas nunca había llegado a esta cifra. Por ejemplo, en Boca 2 v. Chicago 0, jugado en la Bombonera el 18 de abril por la 10a fecha del Clausura, fueron 80 los turistas presentes y la mayoría contrató el servicio porque ya estaba en Buenos Aires.
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En las últimas horas, el departamento de prensa de Boca se vio desbordado por la cantidad de pedidos de acreditación y 37 medios recibieron su ticket. Entre ellas están el Diario El Gráfico, de El Salvador, Revista Pen Japón, BBC Radio, de Inglaterra, Agencia SITA, de Eslovaquia y el Diario Globe And Mail, de Canadá.
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"El público casi siempre es familiar. Los que mejor se portan son los colombianos, que son muy divertidos y agradables. Además, saben mucho del fútbol argentino", comentó Gazzo, que tiembla cada vez que se anotan los hinchas brasileños. "El comportamiento de algunos, sobre todo en la final Boca 2 v. Santos 0, por la Copa Libertadores en 2003, dio bastante que desear. Se habían entusiasmado con las cervezas..."
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Para confirmar lo publicado por The Observer, si uno toma la calculadora y saca cuentas, lo puede llegar a gastar un europeo para ver un superclásico con una estada mínima de tres días en Buenos Aires, rondaría un promedio de 2000 dólares, de acuerdo con el punto de partida a Buenos Aires. Todo por Boca v. River; todo por 90 minutos de fútbol únicos antes de morir...
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Por Christian Leblebidjian
De la Redacción de LA NACION
.<< Comienzo de la notaLoi Nguyen Duc, de la agencia vietmanita de noticias, se bajó del ascensor en el segundo piso de la Bombonera y apuntó al Departamento de Prensa; se encontró con el chino Yu Kao, de la agencia Xinhua, y el ruso Pavel Kuznetsov, de la agencia Itar Tass. Hubo un cruce de frases y no se se trataba de una convención sobre la economía mundial; el fugaz encuentro tenía el mismo objetivo: conseguir –como fuese– una entrada para mañana para el superclásico entre Boca y River, convertido en una nueva marca-país; como el dulce de leche o el tango.
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Muchas veces se escribió sobre la gran demanda de entradas para un Boca v. River. Nadie se quiere quedar afuera y la afirmación, por lo vivido ayer en los pasillos de la Bombonera, no tiene que ver sólo con la pasión vernácula: ahora involucra a otros países.
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El impacto mundial comenzó el mes último cuando el diario inglés The Observer ubicó al clásico Boca-River, que se realiza en la Bombonera, como el espectáculo N° 1 para ver –sobre una lista de 50 acontecimientos deportivos– antes de morir, que LA NACION reprodujo el 16 de abril último. Detrás quedaron Real Madrid v. Barcelona, Milan v. Internazionale, recorrer el circuito callejero de Mónaco de la Fórmula 1 en un auto particular y mirar un partido de tenis en el court central de Wimbledon.
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La mirada del diario inglés no quedó en la anécdota: 500 turistas de varias partes del mundo estarán mañana en la Bombonera. Daniel Gazzo, presidente del Museo de la Pasión Boquense, explicó: "Yo le pago a Boca, a principios de año, una cierta cantidad de abonos por toda la temporada y después arreglo con los turistas. Nosotros le cobramos 120 pesos –unos 43 dólares– por persona por irlos a buscar a cada uno al hotel, que hagan una recorrida por el Museo y después que vean el partido. Le brindamos seguridad, confort, la asistencia de guías. Se está diciendo que cobramos más de 300 dólares por eso, pero no es así. Nada que ver".
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Gazzo comentó que el 70 por ciento de los 500 turistas vienen al país exclusivamente para ver el soñado Boca-River; asimismo, que las reservas están registradas desde enero último. Hace aproximadamente un año que Gazzo encabeza el emprendimiento, pero la cantidad de turistas nunca había llegado a esta cifra. Por ejemplo, en Boca 2 v. Chicago 0, jugado en la Bombonera el 18 de abril por la 10a fecha del Clausura, fueron 80 los turistas presentes y la mayoría contrató el servicio porque ya estaba en Buenos Aires.
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En las últimas horas, el departamento de prensa de Boca se vio desbordado por la cantidad de pedidos de acreditación y 37 medios recibieron su ticket. Entre ellas están el Diario El Gráfico, de El Salvador, Revista Pen Japón, BBC Radio, de Inglaterra, Agencia SITA, de Eslovaquia y el Diario Globe And Mail, de Canadá.
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"El público casi siempre es familiar. Los que mejor se portan son los colombianos, que son muy divertidos y agradables. Además, saben mucho del fútbol argentino", comentó Gazzo, que tiembla cada vez que se anotan los hinchas brasileños. "El comportamiento de algunos, sobre todo en la final Boca 2 v. Santos 0, por la Copa Libertadores en 2003, dio bastante que desear. Se habían entusiasmado con las cervezas..."
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Para confirmar lo publicado por The Observer, si uno toma la calculadora y saca cuentas, lo puede llegar a gastar un europeo para ver un superclásico con una estada mínima de tres días en Buenos Aires, rondaría un promedio de 2000 dólares, de acuerdo con el punto de partida a Buenos Aires. Todo por Boca v. River; todo por 90 minutos de fútbol únicos antes de morir...
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Por Christian Leblebidjian De la Redacción de LA NACION... Boca-River trasciende las fronteras; unos 500 turistas vivirán la gran fiesta en la Bombonera