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06/05/2004
Limpieza en la Bonaerense

Apartarán a los policías que no terminen el secundario


policia_0705 (16k image)Preocupa la gran cantidad de suboficiales que no finalizaron el secundario. Si no lo hacen, o son reprobados en las pruebas psicofísicas a las que serán sometidos, los separarán de la fuerza. Proyectan implementar un sistema de capacitación continua. Será otra clave para depurar a la Bonaerense.


Más allá de ultimar los detalles para el lanzamiento de la Policía Bonaerense II, el ministerio de Seguridad que conduce León Arslanián prepara una serie de medidas vinculadas con la capacitación de los uniformados que están en actividad.


Una de las más trascendentes, según pudo saber, será la de imponerles a los actuales suboficiales la obligación de finalizar el secundario y pasar exámenes psicofísicos. Quienes no lo logren serán separados de la fuerza.


Las autoridades quieren perfilar una nueva fuerza policial profesionalizada, a partir de la recapacitación de los efectivos actuales y la incorporación de 4 mil jóvenes que recibirán instrucción tanto práctica como teórica en universidades nacionales con asiento en la Provincia.


La advertencia para los suboficiales surgió de boca del propio Arslanián, quien se mostró preocupado porque “tenemos una extraordinaria cantidad de gente que no terminó los estudios secundarios”. En ese marco, el ministro señaló en la semana ante organismos de Derechos Humanos:


“Ofrecemos en el período transicional un curso nivelador que les permita terminar de formarse y un proceso de evaluación físicopsíquica. Quienes no satisfagan estas exigencias intelectuales o las exigencias de aptitud física, van a tener una solución distinta, pero no vamos a poder seguir teniéndolos en la fuerza”.


“Este proceso durará tres años y en el escalafón van a tener que salvarse esta y muchas otras cuestiones”, explicó. A medida que se vaya completando la evaluación de todo el personal que está en el escalafón viejo y que va a subsistir en estos tres años, se le irá dando de alta en el escalafón nuevo y este procedimiento significa que habrá que adecuarlo dentro de alguna de las nueve categorías a crearse.


“Privilegiaremos la capacitación e introducimos la capacitación continua donde el policía deberá formarse en forma permanente y entrenarse en forma constante”, indicó el ministro. Y agregó: “Uno de los problemas que debemos solucionar es el de la obesidad extrema, las enfermedades profesionales, tener la ficha psicofísica de cada uno y obligarlos a un entrenamiento activo para que sean recursos útiles para la defensa de los bienes y de las personas”, completó.


Arslanián también expresó que “encontramos una institución altamente contaminada por la corrupción, que se viene desarrollando a lo largo de los años y que hasta ahora no ha podido ser erradicada, pese a intentos de distinta naturaleza”.


Por ello, el primer objetivo es depurar la fuerza, y con esa finalidad se está robusteciendo al área de Asuntos Internos -que tiene la función de controlar el funcionamiento policial- dotándola de mayor capacidad investigativa para poder “erradicar de las filas policiales a aquellos elementos que están contaminados por distintos motivos”, indicó Arslanián.


A las autoridades de Seguridad les preocupan fundamentalmente las nuevas formas de corrupción. Arslanián aseguró que “al fenómeno histórico de la contaminación policial por el juego y por la recaudación, hoy se suman nuevas agresiones, mucho más graves que aquéllas pero que tienen como origen aquella tolerancia y aquella connivencia de querer tolerar el juego, u otras ciertas cuestiones con tal de que mantengan una cierta seguridad, y allí está el germen de lo que pasó después”.


“Hoy hay contaminación con la droga, particularmente, y hay policías involucrados con delitos aberrantes, éste es un gran desafío para nosotros y para la comunidad”, indicó el funcionario.


Por ello se está iniciando un proceso de reordenamiento integral de la policía. En ese marco, entre otras cosas, se declaró a la fuerza de 46 mil hombres en emergencia y ya se trabaja en el diseño de diversos procesos en aquellos casos en los que no se logre determinar, acreditar y probar actos concretos de corrupción, pero que se tenga un conocimiento concreto de disfuncionalidades severas.


Disponen traslados


Si algo tienen en común la Policía provincial y el Servicio Penitenciario Bonaerense (más allá de ser dos fuerzas que están en la mira del Gobierno) es la super-población de empleados de sus jefaturas, mientras que el déficit de agentes en lugares operativos llega a ser alarmante.


En ese marco, unos 500 efectivos policiales fueron trasladados el viernes pasado del ministerio de Seguridad -donde cumplían tareas meramente administrativas- a lugares operativos. Mientras tanto, la Intervención del SPB acaba de reasignar a 250 hombres de la jefatura a unidades penitenciarias en diferentes puntos de la Provincia.


Arslanián designó a jefes departamentales por seis meses y les dio un duro ultimátum. Con un fuerte condicionamiento impartido durante una reunión a puertas cerradas con los nuevos jefes policiales, el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanián, puso en funciones el viernes a los 18 titulares de las departamentales de la Policía de Seguridad.


Ocho de las 18 jefaturas policiales del conurbano y el interior provincial cambiaron de manos, entre ellas la de La Plata, donde el comisario inspector Carlos Fraga fue reemplazado por el comisario inspector Juan Carlos Paggi.


Las designaciones se hicieron en un acto austero, en el Salón Auditorium del Centro de Operaciones Policiales (COP). Después llegó el momento del encuentro a solas con los jefes policiales, en el que hubo un mensaje durísimo del ministro.


Arslanián les advirtió que sus funciones cesan el 31 de octubre, y que sólo serán confirmados si en el curso de estos próximos 180 días sortean satisfactoriamente la investigación patrimonial a la que quedaron sometidos al aceptar el cargo, y demuestran idoneidad y eficacia en la lucha contra el delito. Deben bajar los índices ya. Cara a cara, el ministro les impuso las nuevas condiciones de trabajo.


Según la información de altas fuentes oficiales, llegó a decirles que si la policía no cambia, “se extingue”, ya que si se fracasa, las consecuencias no recaerán solamente sobre su gestión, sino que además significará “la desaparición de la fuerza policial”.


¿Qué pasaría entonces? Gendarmería y Prefectura quedarían a cargo en la lucha contra el delito en toda la Provincia. Por ahora, es una posibilidad.


Algo lejana, pero muy concreta, de acuerdo con lo que trascendió.


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