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02/05/2004 |
Nuevo obispo de la Diócesis de San Nicolás Monseñor Héctor Sabatino Cardelli La Opinión (Pergamino) Júbilo y alegría en la comunidad cristiana por su asunción, concretada ayer en la vecina ciudad / "Quiero que nos amemos los unos a los otros, porque ésa es la voluntad de Dios", manifestó. La feligresía de gran parte de la Diócesis de San Nicolás estuvo presente desde temprano para asistir a la asunción del flamante obispo. |
En una soleada mañana pero con un frío viento, monseñor Héctor Sabatino Cardelli asumió ayer como obispo de la Diócesis de San Nicolás de los Arroyos, en un acto que se desarrolló al aire libre, en las puertas de la Catedral. La ceremonia dio comienzo aproximadamente a las 10:00, cuando en las puertas de San Nicolás el intendente Marcelo Carignani le entregó las llaves de la ciudad y lo recibieron el nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini; el administrador diocesano, presbítero Marciano Alba; el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Mirás, y el actual arzobispo de Paraná, anterior obispo de la Diócesis, monseñor Mario Maulión; además de otras autoridades eclesiásticas. Como era de esperar, la feligresía proveniente de cada uno de los partidos que conforman la Diócesis de San Nicolás (Arrecifes, Capitán Sarmiento, Colón, General Arenales, Pergamino, Ramallo, Rojas, Salto, San Nicolás y San Pedro) recibió con vivas, aplausos y cantos al nuevo obispo, monseñor Héctor Sabatino Cardelli, a quien acompañaban en la procesión arzobispos, obispos, presbíteros de la Diócesis de San Nicolás, de otras Arquidiócesis y Diócesis, diáconos y seminaristas. Antes de que se comenzara a oficiar la Santa Misa, se dio lectura a la bula papal (documento que nombra obispo de San Nicolás a monseñor Héctor Cardelli): "Entre las muchas obligaciones de nuestro ministerio, ha sido establecido en esta situación de las iglesias particulares que corresponde a los pastores poner como deber prioritario la salvación de los fieles que les han sido confiados, siendo maestros y custodios de la verdad. Por lo tanto, y puesto que la Diócesis de San Nicolás de los Arroyos tenía 'sede vacante' por el traslado del venerable hermano Mario Luis Bautista Maulión a la Arquidiócesis de Paraná, decidimos nombrar sucesor cuanto antes para que se haga cargo de su gobierno. "Por consiguiente, dado que el venerable hermano monseñor Héctor Cardelli ha sido considerado idóneo por nosotros para el ejercicio de este ministerio a causa de sus virtudes humanas y religiosas, y por la experiencia alcanzada en la sede anterior, hemos decidido responsabilizarte a ti de aquella Iglesia. - Presbítero Marciano Alba: "Queremos que la unidad, junto al obispo, sea una constante en toda la Diócesis": Luego el administrador diocesano, presbítero Marciano Alba, se dirigió a los presentes y al séptimo obispo de esta Diócesis, monseñor Héctor Cardelli, a quien Juan Pablo II lo trasladó de la sede episcopal de Concordia el 21 de febrero de este año para que ayer tomara posesión efectiva del cargo: "Nuestra Diócesis nicoleña hoy está de fiesta. Por eso bienvenidos todos a compartir nuestra fiesta y nuestra alegría. Hoy podemos decir todos a nuestro obispo: ¡Bienvenido el que viene en nombre del Señor! ¡Bienvenido monseñor Héctor Cardelli! Hoy toma posesión en su casa, esta casa grande que es la Diócesis de San Nicolás de los Arroyos. Esperamos que se sienta cómodo en ella y que su trabajo apostólico nos aliente y anime a todos para seguir alabando juntos al Señor, dándole gracias por todos sus beneficios. "Hemos esperado con ilusión y esperanza este día. Ha pasado un año desde el anuncio del traslado a Paraná de monseñor Mario Maulión y casi diez meses desde que se alejó de la Diócesis nicoleña. Después de 10 meses, hoy tenemos la dicha de recibirlo para continuar juntos obispo, presbíteros, diáconos, consagrados y consagradas, fieles y laicos, el camino ascensional que sabemos que Dios quiere para nosotros. Podemos encontrar cruces y dificultades en el camino, pero tenemos la seguridad, desde nuestra fe confiada, que Cristo y María caminan siempre con nosotros. "Gracias a todo el esfuerzo y dedicación de quienes le precedieron, acompañando con su presencia y su palabra a este pueblo de Dios, en los diez partidos que integran la Diócesis, dividida en cuatro zonas, va a recoger muchos frutos de estos 49 años de siembra ininterrumpida. Aunque se sembró mucho, falta mucho más por hacer porque la Iglesia es siempre campo abierto para la siembra y un edificio en constante construcción. Tenemos plena confianza en que usted, querido monseñor, con la gracia del Señor y los dones del Espíritu Santo, podrá discernir, en cada momento, qué es lo más adecuado que debe hacer para que, pastoralmente, trabajemos todos en la unidad desde la riqueza de nuestra diversidad. "Sabemos de su cariño por todos aquellos que Dios le encomendó en su primera Diócesis, como obispo residencial, y cómo al aceptar su designación para esta Diócesis, está también la renuncia, humanamente dolorosa, por no poder continuar lo empezado. Por eso agradecemos su generosidad al aceptar este cambio después de poco más de cinco años y medio en aquella iglesia particular, donde han quedado muchos afectos y tareas empezadas. "También queremos continuar junto a usted y con usted, querido monseñor, la misión permanente en todos los ámbitos de la Diócesis, en sus pueblos y ciudades, y también en las zonas rurales, procurando llegar a todas las familias de cualquier clase que sea y en cualquier condición que viva. Todos los fieles de la Diócesis van a esperar su visita, como la esperamos los sacerdotes en nuestras parroquias y las religiosas y religiosos en sus casas. "Deseamos al mismo tiempo, su palabra orientadora, en todas las áreas de la Pastoral diocesana y parroquial y, mucho más, en la orientación y promoción de la caridad, como gran servicio a los que menos tienen, más sufren y se sienten abandonados en cada comunidad, lo mismo que la Pastoral Litúrgica y en la catequesis, con los niños, adolescentes, jóvenes y adultos. - Recorrer todas las comunidades de la Diócesis: Seguidamente se celebró la Santa Misa, concelebrada por los consultores, obispos, arzobispos y los presbíteros consultores, y al llegar el momento de la homilía, el obispo monseñor Héctor Cardelli hizo referencia a varios temas. (Ver recuadro) "Aspiro a una iglesia de comunión y de participación" El obispo monseñor Héctor Cardelli anunció no tener previsto ningún discurso en especial, y agradeció "por esta convivencia, por esta celebración" a todos los presentes. "Quiero agradecer a algunas personas en particular como monseñor Eduardo Mirás que fue mi primer arzobispo como obispo, tuve la gracia de poder vivir junto a él casi tres años, adhiriéndome a su corazón de padre. "Y también quisiera hacer una mención especial a dos obispos que fueron mis obispos más vecinos, vivíamos enfrente, uno a una orilla del Uruguay y los otros a la otra, que son monseñor Daniel, obispo de Salto, y monseñor Heriberto que es su auxiliar". "Pero quiero decirles, darles a conocer a los laicos, a las religiosas, a los sacerdotes, cuál es mi aspiración: yo aspiro a una iglesia de comunión y de participación. Si no hubiere comunión será imposible la participación, quiero que trabajemos realmente en comunión, conocernos, amarnos, aceptarnos, querernos, porque ésta es la voluntad de Dios, que nos amemos los unos a los otros; sentarnos juntos, el obispo y los sacerdotes, los diáconos, los religiosos y religiosas y los laicos, sentarnos a reflexionar, a buscar los caminos para facilitar la presencia y la extensión del Reino de Dios en medio de nosotros. Estoy convencido, tengo casi como una experiencia de esto de que nuestras incomunicaciones, nuestras discontinuidades, nuestros individualismos son los pecados más graves contra el Reino de Dios porque no entran en consonancia con el mandamiento del amor y porque son todos puentes quebrados, rotos, que no dejan pasar ni a los pastores hacia el pueblo ni el pueblo hacia los pastores. Cuando digo pastores El ojo no le puede decir al pie 'no te necesito', ni el pie puede decirle a la mano 'no te necesito'.
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