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| 15/04/2004 |
| Economía La nueva realidad social y económica de Colón |
Por Víctor Calvigioni Según el último censo realizado en el año 2001, la ciudad de Colón tiene 23 mil habitantes. La cifra ha quedado desactualizada. En los últimos meses (sobre todo después de la salida de la convertibilidad) se viene observando un constante ingresó de corrientes inmigratorias procedentes del conurbano bonaerense, provincias del litoral (Entre Ríos y Corrientes) y norte del país ( Chaco y Santiago del Estero). La reactivación económica de los últimos 18 meses creó más 500 puestos de trabajos directos (metalúrgica, textil, agropecuaria, construcción privada y obra pública). Por otro lado, existen un número considerable de nuevos empleos indirectos (área de servicios). El crecimiento económico de la ciudad, no alcanza para paliar la grave situación social que en muchos casos es derivada por los nuevos fenómenos que van apareciendo (corriente inmigratorias) y que obligarán en corto tiempo a replantear las políticas tradicionales de contención y asistencia. La llegada de nuevos habitantes a la ciudad no está estadísticamente dimensionada. Los efectos que produce y que tiene un gran impacto en el Estado Municipal no están siendo evaluados. La mayor asistencia requerida comienza a sentirse en el sistema de salud, atención social, sistema educativo etc. La red de contención que existe permite establecimientos educativos de buen nivel y con comedores escolares, un sistema de salud integrado por el Hospital Municipal y Unidades Sanitarias de rápida llegada, asistencia del Estado a través de cobertura de Acción Social Municipal con un buen acceso y organizaciones privadas de excelente atención como Caritas y comedores Evangélicos ( Santuario de Fe atiende 300 menores y ancianos). El costo El costo económico de mantener el sistema de contención social implica un mayor presupuesto y una mayor erogación en cada una de las áreas. La nueva realidad que vive el municipio de Colón ( y otros como Rojas, Pergamino, Arrecifes, Salto) no es reconocida en un mayor porcentaje de coparticipación por el poder central de la Nación y por la propia Provincia. En estos últimos meses por la inseguridad, falta de trabajo, mejor calidad de vida, mejores centros de educativos y salud, se está viviendo un proceso inverso al ocurrido décadas atrás y es que muchas familias emigran del conurbano hacia municipios del interior bonaerense. El fenómeno no aparece en las estadísticas pero es palpable y seguramente crecerá en los próximos años. El desafío Los desequilibrios regionales que causan algunos de estos fenómenos todavía no han sido evaluados. A la luz de esta realidad, el desafío de los municipios en la próxima década se debe centrar en que no halla un divorcio en las innovaciones de los sistemas productivos, demandas de empleo y la oferta que debemos dar en el conocimiento. Simón Rodríguez, el hombre que educó a Simón Bolivar decía que la “la educación debe servir para la democracia, la vida y el trabajo”. Las deficiencias que plantea el actual sistema educativo, y que en realidad no esta sirviendo para ninguna de las prioridades señaladas, debe tener la extensión en los municipios con establecimientos educativos que enseñen oficios y que vayan “monitoreando” la necesidad que existe en el mercado laboral. En el presente existen personas de 30 años que en su vida supieron lo que es tener un empleo. En febrero de 2002 decíamos que “si hubiera una reactivación económica que posibilitara la creación de 2000 puestos de trabajo en nuestra ciudad, habría personas que seguirían sin empleo por falta de una preparación adecuada”. No se debe olvidar que los vínculos entre Desarrollo Humano y crecimiento económico pueden hacer que se influencien en forma recíproca. Si en la ciudad existe una mano de obra preparada potenciará el desarrollo económico. Una mano de obra mal calificada obstruirá el desarrollo económico en los próximos diez años. La “explosión” económica de los últimos meses en algunos ru-bros como metalúrgico se encontró con el inconveniente de la falta de mano de obra calificada. En estos momentos la evolución del desarrollo humano es lenta y se debe acelerar. Por otro lado, hay que observar que el país cambió y no se puede capacitar, como esta ocurriendo en oficios perimidos. En la provincia de Buenos Aires se relacionaron varias variables. En este sentido se analizaron los valores en varios municipios entre el índice del desarrollo humano y la educación y se observó que el promedio entre el índice de educación y el de ingreso económico era positivo aunque relativamente bajo. En nuestra ciudad al tener un porcentaje de la población que vive de actividades agropecuarias se tienen ingresos económicos por capita altamente positivos. Los elevados ingresos no coincidirían con los niveles de desarrollo humano y esto es lo que debemos corregir en los próximos años. El esfuerzo se deberá realizar sobre la pequeña y mediana empresa y en los rubros metalúrgicos, textil, construcción y agropecuario. |
Una creciente corriente inmigratoria con baja calificación laboral y una gran necesidad de contención social, nos obliga a diagramar nuevas políticas.