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01/04/2004 |
Esta prohibido por ley En la zona habría contrabando de piezas paleontológicas Restos de gliptodonte hallados en Teodelina Santa Fe habrían sido vendidos al exterior. Se pudo haber usado una frontera desprovista de controles. Estos fósiles pertenecen al Estado |
“Dejamos escapar ocho mil años de historia”. Ese el título de una información publicada esta semana por un sitio de internet de San Gregorio, una población del sur de Santa Fe, donde fueron halladas importantes piezas fósiles de gliptodonte. El texto del artículo da cuenta de lo que sería una clara violación a la Ley de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico (Ley 25.743). “Por los comentarios recibidos, los restos fueron desenterrados casi intactos y trasladados al exterior”, dice la edición de “Ancaloo.com”. Y más adelante se pregunta qué pasaría si en el lugar, como suele suceder, “se encuentran restos de humanos, ¿también los extraeremos a escondidas para venderlos al exterior, ocultando así un pedazo de historia?”. Una vez conocida la noticia, la pregunta llegó a oídos de profesionales sorprendidos por la posibilidad de que, pese al marco regulatorio, aún hoy exista el contrabando de piezas fósiles de importancia. “Totalmente ilegal” “Si el hecho existió, como se describe, es absolutamente ilegal”, afirmó Eduardo Tonni, de la División Paleontología Vertebrados, del Museo de Ciencias Naturales de La Plata. El profesional cree que es muy difícil que el “tráfico” se halla podido concretar por puertos o aeropuertos: “si efectivamente se hizo, habrá sido por alguna frontera seca, pues los controles en las aduanas son estrictos y están prevenidos”. La posibilidad de que estos restos hallan sido “fugados” instala la discusión sobre la propiedad del patrimonio paleontológico, cuando éste es encontrado en tierras que tienen dueño. Para la ley no hay dudas. “Forman parte del Patrimonio Paleontológico los organismos o parte de organismos o indicios de la actividad vital de organismos que vivieron en el pasado geológico”, dice el Artículo 2º. El 13º agrega que quien practicase excavaciones y trabajos de construcción, agrícolas, industriales u otros de índole semejante, está obligado a denunciar el descubrimiento del “resto paleontológico que se encontrare, siendo responsable de su conservación hasta que el organismo competente tome intervención y se haga cargo”. Este artículo responsabilizaría a quien halló el gliptodonte en Santa Fe. El hallazgo se produjo en una estancia ubicada entre las localidades de Teodelina y San Gregorio, mientras un hombre trabajaba en un canal para desagotar el establecimiento agropecuario. La ley sancionada el año pasado, y aplicada a través de la secretaría de Ciencia y Tecnología, establece que “la tentativa de exportación e importación será pasible de las penas previstas para el delito de contrabando establecidas en el Código Aduanero”. El hallazgo Los restos del gliptodonte fueron encontrados a unos 60 centímetros de profundidad, mientras un operario trabajaba en una retroexcavadora a la vera de un camino interno de la estancia. Mientras hacía sus tareas, el obrero halló un hueso de entre 20 y 25 centímetros de ancho que le llamó la atención por su excesivo tamaño, en comparación con los animales de la zona, como vacas y caballos. Esta es la segunda vez que fósiles de gliptodontes son localizados en la zona, ya que en 1972 también se encontraron restos de este animal prehistórico. El gigante de la llanura La jefa del servicio educativo del Museo de La Plata, Mónica López Ruf, explicó que los “gliptodontes son animales prehistóricos comunes” en la zona sur de la provincia de Santa Fe y que su peso puede variar entre 200 kilogramos y tres toneladas. Estos animales son conocidos como los “gigantes de la llanura pampeana”. Los más antiguos que se conocen vivieron a comienzos de la era Terciaria y no eran muy grandes. Después fueron apareciendo especies de cada vez más tamaño, hasta que en la era Cuaternaria hubo verdaderos gigantes que merodeaban en lo que es hoy la provincia de Buenos Aires. Tenían un gran caparazón con forma de media cáscara de huevo formado por muchas plaquitas con formas hexagonales o redondeadas. Debajo de él se encerraba el cuerpo del animal con un robusto esqueleto: tenían una cola larga, gruesa y compacta, y algunas especies la remataban con púas. Hace 10 mil años que los gliptodontes se extinguieron. Los científicos afirman que por su tamaño en la actualidad no tendrían la cantidad de pasto necesario para alimentarse. En Colón en los últimos treinta años se hallaron unos 30 fosiles. En la actualidad existe un gliptodonte en el Museo del Zoológico Municipal. |