PAGINA PRINCIPAL TAPA PAPEL CONSULTAR ARCHIVOS POR FECHA AVISOS FUNEBRES CONTACTESE

Enviar Artículo a un amigo  
Imprimir Artículo IMPRIMIR ESTE ARTICULO

18/03/2004
Inseguridad

Los casos emblemáticos


ninos_callejeros1803 (9k image)Los casos extremos deben servir a una sociedad para corregir sus propios errores. El caso de Brisa la beba sanpedrina debe servirnos para reflexionar. La seguridad no se construye de un día para otro si no es un trabajo acumulativo del Estado.


En cada ciudad existen ejemplos sobre la falta de una política de la minoridad contenedora que lleva a través de los años a un grupo familiar a una descomposición social inimaginable. El ejemplo más patético es Brisa la nena de 4 meses que era usada como mula para llevar droga a su propio padre biológico. Su madre le desgarraba los genitales para ingresar cocaína al penal de San Nicolás.


Por años el Juzgado de Menores conoció la realidad familiar y no pudo, no supo o no quizo, llevar adelante una política de contención. La madre de Brisa, identificada como Natalia Juárez desde muy corta edad había abandonado la escuela e ingreso al mundo de los espefacientes y la promiscuidad sexual. La historia se repitió con los hijos de Natalia y el círculo de la degradación humana terminó con Brisa en un Hospital de Niños de la Capital Federal.


La historia indica que la abuela de Brisa obligaba a Natalia y sus hermanas a prostituirse cuando apenas contaban con 12 años de edad. En tanto que a los hermanos varones, eran impulsados a robar para conseguir el dinero que hacía falta para el vino y la droga.


En Colón


La familia de Natalia no es un caso aislado. En Colón existieron casos muy graves y que repercuten en la seguridad pública en el presente. Un caso emblemático es el pedido que realizaron asistentes sociales a la justicia para ligar las trompas de una mujer. La mujer era lo que se denomina “fronteriza” y el padre abandónico.


En total llegaron en casi doce años un total de diez hermanos. La situación se fue agravando a medida que los chicos crecían. El Estado (Municipal o Provincial) no pudo dar contención a la familia y se generaron situaciones gravísimas. Un posible incesto entre la madre y un hijo, violación de un hermano de 18 años a la hermana de 8 ( el caso fue denunciado en su oportunidad a la justicia y nada se hizo).


Un hermano se suicidó, otro término sus días en un Instituto de La Plata donde se escapó varias veces, y otros dos varones tienen un profuso prontuario policial. No son los únicos casos. Una familia que llegó del sur santafesino hace algunos años y que constantemente su apellido aparece ligado a las crónicas policiales es otro ejemplo.


El problema del alcoholismo se encuentra en el seno familiar, también habrían existido relaciones incestuosas entre hermanos y entre padres e hijos. En los últimos tiempos dos de componentes que tienen 25 años causan serios problemas en la denominada “noche colonense”.
Los casos se multiplican.


También existirían menores que llevan el producto de sus hurtos a sus familias y serían el principal sostén económico. No escapa a los vecinos de nuestra ciudad el caso del menor de 8 años que hurtó sucesivamente a varios comerciantes céntricos con “variados” cuentos del tío. En este caso no existió política de minoridad.


Los ejemplos se pueden extender con menores que se llegarían a prostituir. El caso que nos conmovió en el 2003, cuando una madre fue denunciada por “entregar” a su hija de 11 años a hombres mayores a cambio de dinero es conocido. Sin embargo la justicia no dio un fallo ejemplificador con la madre ni con aquellos que “contrataban” los “favores sexuales” de la adolescente.


La seguridad no se gana en un fin de semana. En nuestra ciudad existen decenas de familias que deben ser contenidas. Una falla en la política de minoridad repercutirá en poco tiempo en mayor inseguridad.


VOLVER A PAGINA ANTERIOR




Home | Tapa | Archivos | Fúnebres | Consultas
© Semanario Colón Doce - Todos los Derechos Reservados