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04/03/2004 |
Llegó a Colón La investigación del robo de 122 novillos La pesquisa estaría tras los pasos de por lo menos dos colonenses. Las media reses habrían sido faenadas en frigorífico del interior bonaerense. |
La policía Bonaerense estaría tras las pista de los delincuentes que robaron 122 novillitos en una estancia de Rojas. En un primer momento los pesquisas habrían tenido por los menos tres hipótesis del destino posible de los animales. Recordar que cada media res una vez faenada no pesaría más de 70 kilos. Una de las hipótesis que fue tomando cuerpo, involucra a por lo menos dos colonenses y una cadena de distribución de carne zonal. Los animales habrían sido faenados en una planta que estaría en el interior bonaerense. Las 244 medía reses habrían sido distribuida en distintas carnicerías. Según pudimos saber a través de una fuente confiable, los animales habrían sido vendidos en pie a distribuidores o matarifes de carne vacuna. Por otro lado, la mayoría de los novillitos (serían terneros y terneras) se habrían faenado en una matadero que tendría inspección veterinaria. La investigación estaría puesta sobre la organización que habría actuado en células. En este sentido, una de las personas que integraría la banda realizó la inteligencia, otro grupo fue a “levantarlo” con los respectivos camiones y luego ya sacado del campo habrían sido “vendidos” y llevados a por lo menos dos plantas frigoríficas de regular tamaño. Los investigadores siguen trabajando y ya conocerían el nombre de los sospechosos y lo que faltaría serían las pruebas para ordenar su detención. La comunidad de nuestra ciudad nuevamente se podría conmover. El delito Como se recordará, en un organizado operativo que duro por lo menos siete horas, un grupo de delincuentes robó 122 novillos de 300 kilos cada uno del establecimiento «Las Invernadas», en el partido bonaerense de Rojas, considerado el delito rural más importante en los últimos años. Allegados a la investigación confirmaron que el hecho comenzó cerca de las 22, cuando en la vivienda de la estancia «Las Invernadas», a escasos kilómetros del puente sobre el Río Rojas, un grupo de delincuentes encapuchó al puestero Héctor Gamboy y lo encerró en una de las habitaciones de la casa junto a su esposa y su hija. El grupo, integrado por al menos cuatro personas, mantuvo cautiva a la familia por siete horas, mientras con un caballo de la finca arriaron hasta la manga -y después a camiones jaula- a 122 novillos de la finca que estaban en un lote del campo. Según fuentes cercanas a la actividad del establecimiento, cada jaula carga 30 animales, por lo que el grupo de delincuentes necesitó al menos cuatro camiones para llevar a cabo la operación. El puestero, amenazado de muerte y encerrado, recién se animó a salir tres horas después de que el grupo avisara que se iba a retirar con el lote y amenazará a la familia con asesinarla si salían del lugar. En ese momento Colón Doce dijo “Los 122 novillos pudieron tener dos destinos posibles. El primero (menos probable) es que los mismos hayan sido llevados a un campo cercano o medianamente cercano para ser invernados, hasta alcanzar la categoría de novillos ganándole kilos y mucho dinero. En este sentido los riesgos se multiplican. El segundo y más probable es que los vacunos hayan sido llevados a una planta frigorífica, para ser rápidamente faenados e ingresados al circuito comercial a través de bocas de expendio a minorista (carnicerías o supermercados). Por otro lado, si los vacunos fueron llevados a una planta faenadora, la misma debe ser de una infraestructura importante. En primer lugar, debe tener corrales amplios y una playa de faena que le garantice rapidez en el faenamiento. Una planta faenadora de tamaño medio puede llegar a faenar 130 animales por hora. En segundo lugar, el mercado para este tipo de vacunos (terneros de entre 69 a 73 kilos por media res) es característico en centro de la Capital Federal o barrios acomodados y un mercado más restringido en Rosario. |