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26/02/2004 |
Preocupación bonaerense Hay muchos casos del temible Ántrax Los casos aumentaron enormemente. Se pide a los ganaderos vacunar los animales. Es peligroso el contagio al humano. |
En lo que va de febrero, los llamados a la Estación Experimental Agropecuaria de Balcarce para confirmar la presencia de la enfermedad en animales aumentaron considerablemente. Pese a que no hay una casuística nacional, los especialistas ya despertaron el primer alerta por las denuncias de casos de una variedad particular de Antrax contagioso en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa. El médico veterinario a cargo del servicio de diagnóstico del INTA Balcarce, Ernesto Odriozola, informó que es «histórica» la presencia de esta variedad de Antrax en Argentina -Carbunclo bactedridiano-, pero para las estadísticas del organismo, durante febrero, «la casuística fue muy alta». En la zona de Colón la enfermedad se recuerda con un alto índice en los años a partir de la década de los cincuenta Según los más antiguos los animales quedaban muertos con las cuatro patas hacia arriba y no se los cuereaba por temor al contagio quemándose la osamenta en el propio campo. El carbunclo Si bien no dejaron trascender detalles precisos, se supo que al menos productores de cinco comunas denunciaron la enfermedad en febrero. En Buenos Aires el Antrax tuvo presencia en animales de Tornquist, Mar Chiquita y Tandil -donde una persona también resultó afectada-. En tanto, en La Pampa al menos 200 vacas murieron por la misma enfermedad y en la ciudad entrerriana de Gualeguay se detectaron 40 casos más. La peligrosa enfermedad es una zoonosis que puede mantenerse en el suelo en forma de espora por más de cien años. A diferencia de otros lugares del mundo, «es enorme la cantidad de Antrax en Argentina» destacó Odriozola, quien explicó que «sobre todo en verano y por diversas acciones climáticas las esporas en el suelo son adquiridas por los animales y se vuelven contagiosas». «Por lo general los vacunos las comen con el pasto y resultan mortales sin producir síntomas», destacó el profesional. No obstante, su etapa de mayor peligrosidad es ante la posibilidad del contagio humano, que se da con el simple contacto con los animales y en muchos casos puede ser mortal. Por esa razón y ante el aumento de casos en territorio nacional, desde el INTA Balcarce pidieron que los productores apliquen la vacuna correspondiente para la prevención, que ante la duda de la salud de los animales se prohiba el cuereo y que se profundicen los cuidados si hay animales muertos con pérdidas de sangre. Según un informe , los vacunos afectados hasta el momento son «de diferentes edades, adultos, vaquillonas de entore precoz y terneros, pertenecientes a rodeos vacunados y sin vacunar contra la enfermedad». Odriozola destacó que en la actualidad «no hay cifras nacionales que marquen la casuítica de la enfermedad», pero el INTA está en alerta porque «llama la atención la cantidad de casos en tan poco tiempo». Vías de contagio El jefe del servicio de diagnóstico destacó que son cuatro las formas de contagio para los seres humanos: por la sangre de una herida, que provoca el denominado «grano malo» y permite el avance de la infección; por vías respiratorias, que es mortal rápidamente; por vía digestiva, en el caso de ingerir sangre contaminada; y a través de los insectos hematófagos, como mosquitos o jejenes. En caso de sospechas sobre el contagio en el ganado, desde el INTA piden «dar inmediato aviso al veterinario para que tome las muestras necesarias para enviar al laboratorio, único medio para confirmar o descartar esta enfermedad». «Después, ante la confirmación del diagnostico de Carbunclo, es necesario que todo el personal que haya estado expuesto a un posible contagio consulte inmediatamente a un médico, ya que la consulta temprana es sumamente eficaz para la prevención de la enfermedad», destacaron desde el organismo. Finalmente, Odriozola recomendó «la vacunación anual de toda la hacienda en campos sin antecedentes y semestralmente en aquellos campos donde alguna vez haya sido diagnosticada la enfermedad, porque que la bacteria permanece viable en el campo hasta por más de 100 años». Por su parte, desde la Dirección bonaerense de Ganadería ratificaron la preocupación del INTA por el aumento de casos en territorio provincial y reiteraron la advertencia a todos los productores para que vacunen a sus animales, especialmente vacunos. En ese sentido, señalaron que la vacuna es «eficaz y muy económica». En la actualidad, la dosis por animal cuesta 30 centavos cuando, por ejemplo, la de aftosa ronda los 1,20 pesos. Por último, enfatizaron la necesidad de que se informe inmediatamente sobre los casos en la Provincia, ya que la presencia prolongada de la espora en el suelo y la reaparición casi aleatoria de la enfermedad -beneficiada en muchos casos por las condiciones climáticas- ha provocado que, en muchos casos, se olvide de las prevenciones mínimas. Muerte súbita La “muerte súbita” sin manifestación clínica evidente en un 93% de los casos, fue declarada por los veterinarios actuantes como lo más habitual. Arrojamientos sanguíneos por aberturas naturales 78%, siendo por ano y por vagina las más evidentes, en un 95%. La espleno-megalia se observó en un 67%, acompañado por “barro esplénico” 52%. La creencia popular manifiesta que las aves carroñeras no actúan en animales con carbunclo pero, en el 52% de las observaciones dicen haber sido comidos por aves de rapiña, justificando que este tipo de ave debería considerarse como un elemento más en la difusión de la enfermedad. Cadáveres bovinos Esta es una preocupación permanente de todo establecimiento que padece la enfermedad, ya que cada animal muerto se transforma en una bomba bacterio-lógica potencial de contaminación del ecosistema ganadero. Si bien el 79% reconoce haber tomado alguna medida de eliminación, como enterrarlo (22%) o quemarlo (57%), la mayoría de las veces esto sólo se logra parcialmente. Uno de los puntos más significativos de esta encuesta es reconocer que el 43% “cuereo” los animales muertos de carbunclo, algunos de los cuales, por accidente, tuvieron el carbunclo dérmico en seis casos y uno digestivo, con la muerte del afectado. Buscar métodos eficientes y controlados de eliminación de cadáveres en nuestra pampa húmeda es un verdadero desafío. Esta bacteria esporulada determina un grado de complejidad adicional al proceso de eliminación. El método de “tapado controlado” con una cubierta plástica negra del cadáver sin “cuerear”, con una capa de cal y sus bordes fijados a la tierra, sería una alternativa que, cerrada durante más de 180 días, facilitaría la reducción del cadáver para su posterior quemado. Se están realizando evaluaciones de este método a fin de medir su eficiencia |