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17/02/2004
El cuatrerazo

En una estancia se llevan 122 vacunos


banner_regional1702 (4k image)El robo se produjo en la Estancia «Las invernadas» de Rojas. Las posibilidades de destino de los animales.


En un organizado operativo que duro por lo menos siete horas, un grupo de delincuentes robó 122 novillos de 300 kilos cada uno del establecimiento "Las Invernadas", en el partido bonaerense de Rojas, en el delito rural más importante en los últimos años, informaron fuentes policiales.


El delito se realizó el sábado y según fuentes allegadas al caso, los delincuentes encapucharon al puestero y lo encerraron en la habitación matrimonial de la vivienda junto a su esposa e hija, de cinco años de edad.


Allegados a la investigación confirmaron que el hecho comenzó cerca de las 22 del sábado, cuando en la vivienda de la estancia "Las Invernadas", a escasos kilómetros del puente sobre el Río Rojas, un grupo de delincuentes encapuchó al puestero Héctor Gamboy y lo encerró en una de las habitaciones de la casa junto a su esposa y su hija.


El grupo, integrado por al menos cuatro personas, mantuvo cautiva a la familia por siete horas, mientras con un caballo de la finca arriaron hasta la manga -y después a camiones jaula- a 122 novillos de la finca que estaban en un lote del campo.


Según fuentes cercanas a la actividad del establecimiento, cada jaula carga 30 animales, por lo que el grupo de delincuentes necesitó al menos cuatro camiones para llevar a cabo la operación.


El puestero, amenazado de muerte y encerrado, recién se animó a salir tres horas después de que el grupo avisara que se iba a retirar con el lote y amenazará a la familia con asesinarla si salían del lugar.
Después de conocido el robo, la policía de Rojas, más la Brigada de Junín y personal de la División Delitos Rurales de Bragado, confirmaron que los camiones dejaron su rastro hasta la Ruta Provincial 31, aunque no pudieron establecer la cantidad de delincuentes que participaron del robo ni los detalles en que se realizó el audaz operativo.


Según informó finalmente la policía local, se solicitó colaboración a Salto, Colón y Hugues y a todos los distritos que poseen frigoríficos, para avanzar en la investigación del caso


Las posibilidades


Los 122 novillos pudieron tener dos destinos posibles. El primero (menos probable) es que los mismos hayan sido llevados a un campo cercano o medianamente cercano para ser invernados, hasta alcanzar la categoría de novillos ganándole kilos y mucho dinero. En este sentido los riesgos se multiplican.

El segundo y más probable es que los vacunos hayan sido llevados a una planta frigorífica, para ser rápidamente faenados e ingresados al circuito comercial a través de bocas de expendio a minorista (carnicerías o supermercados).


La última posibilidad obliga a algunas hipótesis. En primer lugar la dificultad (casi no existe control en las rutas) y se los camiones hubieran sido detenidos en un control (en este caso por el kilaje de los vacunos cuatro o cinco camiones jaulas) la dificultad que se tiene en horas nocturnas para observar las marcas de los animales. En este sentido debería haber una ley nacional para que los productores coloquen la marca en determinado lugar del vacuno.


Además, existiría otra problemática, la facilidad que pueden tener los cuatreros para falsificar guías de traslados o conseguirlas pagando una pequeña suma en el «mercado negro».


Por otro lado, si los vacunos fueron llevados a una planta faenadora, la misma debe ser de una infraestructura importante. En primer lugar, debe tener corrales amplios y una playa de faena que le garantice rapidez en el faenamiento. Una planta faenadora de tamaño medio puede llegar a faenar 130 animales por hora.


En segundo lugar, el mercado para este tipo de vacunos ( terneros de entre 69 a 73 kilos por media res) es característico en centro de la Capital Federal o barrios acomodados y un mercado más restringido en Rosario. La pista no es menor porque estaría indicando que la planta frigorífica podría estar en los alrededores del conurbano bonaerense, donde podría haber por características y tradición unas 10 plantas sospechosas. La otra posibilidad es que los novillos hallan sido cruzados a la provincia de Santa Fe y faenados en cercanías de Rosario, donde podrían existir otras cinco o seis plantas con historia en este tipo de delitos.


Por otro lado, el movimiento de 122 animales para ingresarlos al circuito comercial, revela una sincronizada máquina delictiva donde puede haber guías truchas o mal anuladas, certificados de traslado de carne, libros de hacienda mal asentados con número de tropas falsos etc., etc.


Cabe recordar que es difícil para los delincuentes deshacerse fácilmente de los cueros frescos y se hubiera organismos contralores «seguros» la maniobra delictiva sería más difícil de realizar.


Por otro lado, los rastros de la matanza son dejados en múltiples lugares. En este sentido recordar que por el color de la lengua vacuna se puede determinar el color de pelaje y el kilaje del animal.


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