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12/02/2004 |
Caso Sebastián Stracio Un aporte a la verdad La periodista Marta César realizó la investigación del Caso Stracio. Los expedientes. Las pruebas que reunió en más de tres días de arduo trabajo. Un hecho que no deberá repetirse. |
La comunicadora social radicada en Salta, en su investigación, reconstruyó los hechos suce-didos la noche en la que se accidentó Sebastián Stracio. Ante la difusión pública de una carta del Dr. Carlos Pirovani en relación a su actuación en la atención de Sebastián Stracio y de acuerdo a la documentación consultada estamos en condiciones de afirmar que este médico falta a la verdad. Al comienzo de su carta este profesional se refiere “a los hechos acaecidos el día 25/1/2004...” cuando en realidad el accidente ocurrió el día 24. Primer acto fallido del médico que permaneció ausente al momento de cumplir con su guardia. Afirma que fue informado por teléfono de este accidente recién a las 4.25 de la mañana y evalúa la situación con indicación de medicamentos. Asegura que queda a la espera del próximo llamado hecho que ocurre 20 minutos más tarde y que concurre “de inmediato” a 4.55 horas. Pirovani afirma que a las 5.45 horas sugiere la necesidad de una tomografía computada y la internación en terapia intensiva, que el traslado del paciente para el estudio tomográ-fico se realiza a las 6.15 y que a las 6.45 explica el cuadro clínico a sus familiares y la necesidad de derivación a un centro especializado. Según sus dichos el traslado hacia Pergamino se realiza a las 7.35 hs con diagnóstico de LESION EN REGION OCCIPITAL, FRACTURA BASE DE CRANEO, HEMATOMA INTRADURAL. Al contrario de lo que afirma el Dr. Pirovani, en las historias clínicas de la enfermera de guardia y la historia clínica Nº 22978 que confecciona la doctora Gabriela Méndez se deja asentado que a las 0.4 horas se comunica el accidente al médico quien por Teléfono indica el suministro de Manitol, Decadrón y otros medicamentos y evaluaciones. En esta mismas historias clínicas queda registrado que a las 4.30 horas se comunica al Dr.Pirovani que el paciente presenta vómitos sanguinolentos. Sugiere control y evalúa eventual necesidad de realizar una T.A.C. (tomografía axial computada). A las 5.45 se comunica al Dr. Pirovani que el paciente sigue con vómitos y dificultad para seguir la mirada. Se compromete en venir. En ningún momento este médico deja asentada la hora en que interviene. En este Registro de llamadas consta que el día 24 a las 4 horas a pedido de la Dra. Méndez y desde el interno 22 se llama al Nº 431004 donde responde el Dr. Pirovani. A las 4.35 la misma profesional y por el mismo interno realiza otra llamada al mismo número donde responde el mismo médico. En la historia clínica de Terapia Intensiva consta que el paciente ingresa a las 7.40 horas ,que se le realizan análisis a las 7.50 y es derivado a Pergamino a las 8.30 horas. En su informe de descargo la Dra. Méndez declara que a las 3.10 se llamó a la ambulancia y concurre junto al chofer y la enfermera de guardia. Que ingresa a la guardia a las 3.30 y se le suministran analgésicos y corticoides. Se le informa al Dr. Pirovani quien subestima el informe, que después pasaría a verlo, que pasara a guardia general y que prefería esperar para pasarlo a terapia. Al final de su carta Pirovani siente necesidad de dejar lo que él llama “ algunas precisiones”. Según él se desconoce el tiempo que medió entre el accidente, la evaluación inicial y el llamado al médico de guardia pasiva válido para emitir juicio, la ausencia de un neurólogo crucial en estos casos para determinar el carácter y gravedad de las lesiones ya que el es traumatólogo y se despide afirmando que puso lo mejor de sí al servicio de este desgraciado accidente Estamos seguros que Pirovani desconoce el tiempo que medió entre el accidente y su llamado pues no se presentó sino hasta después del tercer llamado. Y concurrió muy molesto según pudimos saber de manera extraoficial. De acuerdo a las declaraciones hechas por una de las enfermeras en el marco del sumario administrativo que por expediente 4024- 19/2004 que por irregularidades en el Hospital Municipal se instruye contra Pirovani, este médico llegó al nosocomio pasadas las 6.15 horas. Si Pirovani considera que el médico de guardia pasiva era el válido para emitir juicio ¿por qué no concurrió de manera urgente a atender al paciente? Por qué prescribió medicamentos y estudios por teléfono? .¿Cómo pudo merituar la gravedad del caso por Teléfono? Es endeble e inaceptable el argumento de que la ausencia de un neurólogo fue crucial ya que él es traumatólogo. Su propio diagnóstico habla de LESION EN REGION OCCIPITAL Y FRACTURA EN BASE DE CRANEO. ¿Sus conocimientos técnicos no lo habilitaban para establecer que ese paciente necesitaba un traslado urgente? Más aún cuando a través de gestiones realizadas por la Dra. Nora César ante autoridades de la salud de la Nación se contaba con un avión o ambulancia debidamente equipada y admisión en el Hospital Garraham y/u otro importante establecimiento médico en Capital Federal cosa que no ocurrió porque, entendemos se perdieron horas preciosas. Rechazamos y repudiamos la aseveración de que el Dr. Pirovani puso lo mejor de sí al servicio de este desgraciado caso. Primero porque si hubiera acudido con urgencia ante el primer llamado, quizás el caso no hubiera sido tan desgraciado y luego porque según los datos registrados en toda la documentación existente no actuó con la responsabilidad profesional que las circunstancias requerían. Entrevistado el jefe comunal, el médico Ricardo Miguel Casi, nos aseguró que las guardias activas y las guardias pasivas solo se han instituido por usos y costumbres. No hay hasta aquí ninguna disposición legal que las contemple por lo que la responsabilidad del médico de guardia activa está ante el paciente inmediatamente en la emergencia y el médico de guardia pasiva tiene que concurrir con urgencia cada vez que se lo llama. Y se trate de profesionales ad honorem o remunerados el grado de responsabilidad es el mismo. Más adelante Casi declaró que la separación del cargo de Pirovani y el sumario administrativo surge de una decisión personal basada en los informes elevados por el Director del Hospital Municipal Dr. Pablo Pino y que esto determinará los grados de responsabilidad no solo de Pirovani sino de todo el personal que intervino en este caso desde que Sebastián ingresó al Hospital hasta que fue derivado. El intendente aseguró que para el Dr. Pino y para las autoridades municipales se trató de una actitud negligente, tan negligente que decidió a través de la Asesoría Letrada de la Municipalidad y con actuación de su apoderado Dr. Carlos Laplacette, realizar dos denuncias penales contra el Dr. Carlos Pirovani, una sin relación con este caso por amenazas contra Carina Litardo por inconvenientes en el servicio de he-moterapia y la otra por posible incumplimiento de deberes de funcionario público directamente conectada con el caso Straccio. El jefe comunal enfatizó que tomó una decisión: El Dr. Pirovani no entra más al Hospital, si la justicia determina que este médico tiene razón el hará un juicio a la Municipalidad y será el intendente el responsable de haber tomado esta decisión. Y agregó que la decisión que tomó en relación a este médico fue la más correcta y será la que ejemplificará como un mensaje para que los profesionales entiendan como se debe actuar donde está en juego la vida humana. Entendemos que hoy en todo el país los profesionales de la salud que se desempeñan en establecimientos públicos deben trabajar en condiciones infrahumanas, con falta de elementos y salarios de hambre. Entendemos cuando la Organización Mundial de la Salud declara que por estas y otras razones ligadas al ejercicio propio de la labor, la profesión de médico está considerada entre las más riesgosas por la cantidad de muertes por estrés. Pero lo que no entendemos ni aceptamos por injustificables son el desinterés, la desidia, la indiferencia y la irresponsabilidad puesta de manifiesto en este caso por el Dr.Pirovani.
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