Subió el valor de la tierra en Colón.

Una hectárea en nuestra jurisdicción costaría aproximadamente 4800 dólares. No se consiguen tierras. Inversores externos al sector, locales y extranjeros, comenzaron a buscar tierras productivas en el país.

Esto generó una suba de 50% en los valores de las operaciones, que ya arrastraban un alza de 60% del año pasado. Así, una hectárea sojera se cotiza, en promedio, a u$s 4.800. Un récord histórico, casi una réplica de lo ocurrido en el ''98, cuando hubo operaciones por valores muy similares, aunque estaban más trabadas porque los vendedores pedían, muchas veces, precios que los sacaban del mercado.

Esta suba en la soja, y en los campos aptos para su producción, arrastra con efecto dominó a todas las tierras aptas para agricultura, con aumentos anuales que no bajan de 30%.

El boom de la soja y la avidez de los argentinos por acercarse a tan cotizado grano hicieron explotar los precios de los campos: las mejores tierras del país subieron 50% en 2003 y alcanzaron sobre el fin de año el valor en dólares más alto en la historia del país agropecuario.

Una hectárea en el corazón de la Pampa Húmeda más próspera, Pergamino, Salto o Colón, cotiza hoy en u$s 4.800, casi 7% más que un mes atrás, un valor 50% superior al cotizado en enero de este año, según los datos relevados por «Márgenes Agropecuarios» sobre operaciones fehacientemente concretadas. El dato no es menor y supera los valores logrados en el año 1998, cuando una hectárea apta para producir soja y maíz llegaba a cotizarse en esos valores, aunque era muy difícil concretar operaciones y se recuerdan casos excepcionales con precios que superaron dicho monto. No obstante, el promedio del ''98 se ubicó en u$s 4.858 por hectárea.

A principios de 2003, una hectárea top rondaba en u$s 4.200 y ya arrastraba subas de casi 60% con relación al promedio de 2002, sustentada también en la buena performance de los precios agrícolas. Lo cierto es que, por los problemas climáticos en Estados Unidos y la fuerte demanda china, la soja trepó este año 45% en Estados Unidos y entre 30% y 35% en la Argentina.

Pese a que en el país el aumento es menor por la aplicación de retenciones a la exportación que terminan afectando los precios que recibe el productor, el resultado de la soja es igual positivo para el agricultor. Esto generó durante todo el año una fiebre por la soja que saltó las fronteras agrícolas y muchos inversores externos al sector intentaron incursionar en la actividad. De hecho, algunas empresas pujaron por conseguir hectáreas aunque pocas pudieron realizar operaciones ya que la avidez por concretar negocios encontró también demanda de productores agrícolas con intención de ampliarse, e inversores locales y extranjeros que volcaron en el agro capitales que antes colocaban en los bancos. La oferta hoy es escasa e hizo repuntar hasta 70%/90% los valores, por caso, de los arrendamientos con miras a la campaña sojera 2003/04 ya afectada por cuestiones climáticas.

Este aumento sobre los campos aptos para soja produjo un efecto dominó sobre todas las tierras productivas. La zona triguera -Tres Arroyos, Necochea, Lobería- cotiza hoy en u$s 1.700 por hectárea, 36% más que durante el inicio del año. El valor promedio del año anterior se ubicó en u$s 964/ha para este tipo de tierra.

Muy distinta es la performance de la ganadería, con valores fuertemente devaluados en dólares desde la convertibilidad y con sostenimiento de precios internos sustentados por el consumo más que por la exportación. En resumen, los campos de invernada aumentaron 12,5% durante el año mientras los de cría aumentaron 7% por el efecto agrícola.