Entre Borges y Yupanqui

La Nación publicó una extensa nota sobre la vecina ciudad de Pergamino. En el párrafo principal se habla de Borges, Atahualpa, Illia, Annan y los nacimientos de una ciudad.

Aquella tarde, Jorge Luis Bor-ges caminó hasta la estación con la poetisa Edna Pozzi. Los trenes todavía llegaban con pasajeros a Pergamino. Borges solía visitar la ciudad. Los padres de su madre, los Acevedo, eran del partido, y donde estaban los campos de la familia ahora hay un pueblo que se llama Ace-vedo. Borges le preguntó a Pozzi:

-¿Hay una fonda?
-Hay una enfrente.
-Bueno, vamos a pensar un cuento.

Borges nunca escribió la historia, dice la poetisa local. Tal vez la hubiera titulado La Dormida.
-A Borges le gustaba ese nombre.

Primero se llamó así: La Dormida. Era un paraje donde los viajeros solían comer y descansar. En 1700 se instalaron una herrería y una pulpería. Y 49 años después, un fortín.
Esto lo cuenta el historiador Rafael Restaino, mientras toma café exprés en el bar de la estación donde ahora hay un museo y un archivo histórico.

-No hay precisiones acerca del nombre -dice Restaino-. Dicen que los hijos del pulpero encontraron un pergamino a la vera del arroyo, y el pulpero lo colgó en una pared. Creían que el pergamino revelaba el lugar donde había sido escondido un tesoro. Y los parroquianos empezaron a hablar de la pulpería del Pergamino.

A fines del siglo XVIII arribaron los primeros inmigrantes. El proceso se hizo más intenso con la llegada del ferrocarril, en 1882. Ahora, este partido tiene 103.000 habitantes y 300.000 hectáreas de las más fértiles del país. Y en los últimos tiempos, después de la devaluación, volvió a ser el centro de la industria argentina de la confección.

-En ocho meses, este sector incorporó 2500 trabajadores. Aquí están todas las marcas del país. La desocupación es del 9% -dice el intendente, Héctor Gutiérrez.

Pier Gianni Lasagna es el dueño de la fábrica de lencería y corse-tería Priscila, y el presidente de la primera central tecnológica de servicios de la industria de la indumentaria argentina, que agrupa a 350 empresas de Pergamino y a 120 de los distritos vecinos de Colón y Arrecifes.

-Había que poner en práctica una serie de acciones para enfrentar la crisis -cuenta Lasagna-.Así surgió la idea de crear la central de servicios. Estamos saliendo adelante.

Lasagna arribó al país en 1964. Dos años después, uno de los 15 hijos de un hombre con ideas democráticas que a fines del siglo XIX había llegado a Pergamino para instalar un horno de ladrillos llegaría a ser presidente de la Nación: Arturo Illia. La casa donde nació el ex jefe de Estado está intacta.

Su hermana María Angélica, de 90 años, aún vive allí. Con el más chico de los 15 hermanos, Ricardo, de 88, recuerda aquella época.

-Eran otros tiempos -dice-. Con Ricardo pensamos hacer algo en la Quinta de Olivos. Hicimos un jardín de infantes para 200 chicos de las villas. Y en verano, una colonia de vacaciones. Por entonces, una firma de la ciudad ya era conocida en todo el país: Annan de Pergamino.

Isaac Annan había llegado a la ciudad en 1908 para cobrar una deuda. Le pagaron con una tienda y se instaló.

A principios de ese año, el 31 de enero, nació en una tapera de un pequeño pueblo del partido, Peña, Héctor Chavero.

Años después se convertiría en uno de los más importantes referentes del folklore argentino. Se haría llamar Atahualpa Yupanqui.

Mientras el padre de Yupanqui trabajaba en el ferrocarril para mantener a la familia, Isaac Annan lo hacía en su tienda. Porque en Pergamino se casó y tuvo diez hijos. Cuatro de ellos convertirían su negocio en uno de los pilares de la industria regional.

Uno de los cuatro hermanos, que se llama Alfredo y tiene 92 años, dice que todo empezó por casualidad.

-En Uruguay escuché que dos ingleses hablaban de un proceso químico para evitar que se encogieran las telas. Los pantalones se compraban dos o tres talles más grandes. Cuando volví, hice cortar un pantalón, lo lavé y se lo di a uno de los Irízar. A la semana, me compraron cinco. Annan llegaría a instalar doce fábricas y a emplear a 4600 personas.

Confeccionaron, por ejemplo, los primeros jeans argentinos, los Far West, y las camisas Manhattan. Aquel prela-vado original se hizo más complejo.

En Virasoro se lavan, hoy, 14.000 prendas por día. De todas las marcas. Algunas de Pergamino, como Ossira, que confecciona 800 modelos por temporada: 400 para el mercado interno y 400 para el externo.