Asesinaron a un joven en plena vía pública

Fueron detenidos los presuntos autores, personal policial y judicial trabaja en el escenario del crimen tratando de reunir elementos para la investigación.

Un desagradable y sangriento episodio desperezó a la ciudad el domingo, cuando a primera hora de la mañana un joven fue ultimado a balazos en plena vía pública, al parecer en manos de tres personas que luego fueron detenidas, merced a un rápido y eficaz trabajo policial.

El hecho, del que resultó víctima Raúl Alberto Otreras, de 18 años de edad, sucedió en calle San Luis entre la ruta Nº 188 y calle Custodio Duarte, a escasos metros de lo que es el Cruce de Caminos, un sector muy transitado de la ciudad a toda hora.

Allí, de acuerdo a los datos que se manejan, tres personas que se movilizaban en un vehículo descargaron su ira contra un joven a quien conocerían de antes y con quien habrían mantenido un altercado en horas previas, y literalmente lo ejecutaron a sangre fría con un letal disparo con escopeta en la zona de la nuca, previo haberlo herido en una de sus piernas.

Si bien se desconoce el testimonio exacto de alguien que pudo haber observado el episodio, trascendió que de inmediato muchas personas asistieron al escenario del sangriento hecho y hubo quien aportó datos sobre el vehículo en el que se desplazaban los asesinos.

A partir de allí los investigadores, en este caso efectivos de la DDI y miembros de la Fiscalía en turno, a cargo de la fiscal Victoria Mariani, iniciaron una tarea que resultó ser tan impecable como efectiva, logrando primero hallar el automóvil (un Peugeot 504), luego detener a quien lo conducía, seguidamente aprehender a los otros dos sujetos que lo acompañaban en el momento del hecho y finalmente encontrar las armas con las que se habrían efectuado los disparos (un revólver y una escopeta) que estaban enterradas en una vivienda cercana al arroyo Pergamino y la ruta Nº 188.

Sobre los motivos que habrían llevado a este grupo de personas a buscar a Otrera y asesinarlo, no se conoce a ciencia cierta cuáles habrán sido, pero lo que es seguro es que había algún problema entre ellos, que finalmente terminó en tragedia. Asimismo se supo que tanto las tres personas detenidos como la víctima, poseían antecedentes delictivos (aunque no por asesinato).

- El hecho y las rápidas investigaciones: Sobre el hecho, el comisario Juan Carlos Puchulo, titular de la DDI local, informó que cerca de las 6:00 de la mañana del domingo personal policial tomó conocimiento que había una persona fallecida en calle San Luis entre la ruta Nº 188 y Custodio Duarte y de inmediato asistió al lugar personal de la Fiscalía Nº 3, a cargo de la doctora Mariani que estaba en turno, de la Seccional Primera y un grupo operativo de la DDI. Allí se certificó que había una persona fallecida, identificada luego como Raúl Alberto Otreras, de 18 años, quien presentaba lesiones producidas por impactos de proyectiles de armas de fuego.

Se comenzó a investigar de inmediato y se estableció que los posibles autores del hecho, ocurrido minutos antes, se movilizaban en un automóvil Peugeot 504. A raíz de ello, personal de la DDI y de la Comisaría Primera realizaron un allanamiento de urgencia en el barrio José Hernández y se secuestró el citado vehículo, que coincidía en características con el que se estaba buscando. Instantes después, en una vivienda de ese mismo barrio, se logró ubicar a la persona que conducía ese rodado en el momento del hecho, un sujeto de 30 años de edad, que fue aprehendido y conducido a la sede de la DDI.

Mientras en el lugar de los hechos se realizaban las tareas periciales, las investigaciones continuaban a un ritmo vertiginoso para lograr cerrar el caso lo antes posible, sin darle tiempo a los asesinos para que pudieran evadirse.

Así fue que se estableció que los presuntos autores de los disparos que dieron muerte a la víctima habrían sido efectuados por los dos que hasta ese momento estaban prófugos, dos hermanos, que fueron ubicados en el frente de una vivienda del barrio Villa San José y al observar la presencia policial habrían intentado alguna maniobra de evasión, que resultó infructuosa pues los efectivos lograron reducirlos sin mayores sobresaltos. Estos hermanos tienen uno 20 y el otro 22 años.

Con los tres sospechosos aprehendidos, a los investigadores sólo les restaba, dentro de lo que se considera vital para cerrar un caso como este, hallar las armas con las que se habían efectuado los disparos.

Por eso las diligencias investigativas se centraron en ello y así fue que de inmediato se logró una orden de allanamiento para ingresar a una vivienda de la ruta Nº 188 y el arroyo Pergamino, donde habitaría la madre de los hermanos detenidos. Allí entre policías y un instructor judicial, revisaron todas las dependencias sin novedades, hasta que en la parte trasera llamó la atención un sector con tierra removida, donde efectivamente habían sido enterrados una escopeta y un revólver, cuyos calibres corresponderían al mismo número de los proyectiles recibidos por la víctima.

Se trata de un revólver calibre 38 y una escopeta recortada calibre 16, armas que serán sometidas a las respectivas pericias para determinar si efectivamente fueron las utilizadas para cometer este crimen.

Tras las aprehensiones y el secuestro del automóvil y las armas, la doctora Mariani convalidó las detenciones de las tres personas, imputadas del delito de homicidio agravado, en tanto que la causa continúa a la par de las investigaciones para lograr determinar el grado de participación en el crimen de cada uno de los detenidos.

En ese sentido trascendió que los dos hermanos serían los más comprometidos, ya que habría indicios que indicarían que habrían sido ellos, o al menos uno de ellos, los autores de los disparos.

También está en etapa de investigación el móvil que habría llevado a estas personas a cometer el crimen y se supo que todos se conocían de antemano y se dijo que el hecho podría ser la continuidad de un altercado que ambas partes habrían tenido unas horas antes del asesinato.

Más allá del lamentable episodio, en el que perdió la vida un joven, es justo reconocer la labor de los investigadores, tanto policiales como judiciales, que en escasas cuatro horas lograron esclarecer el homicidio y además aprehender a los tres sospechosos, al tiempo de secuestrar el vehículo en el que se movilizaban y lo que es más importante aún: secuestrar las armas que supuestamente se utilizaron para ultimar a la víctima.

Con todos estos elementos se supone que de ahora en más sólo resta confirmar si los detenidos fueron efectivamente los responsables del homicidio y de ser así establecer el grado de participación de cada uno en este hecho, para posteriormente aguardar una condena. Mientras tantos los detenidos fueron alojados en sedes policiales de Pergamino y Colón.

Fuente: Diario La Opinión.