Laguna San Eduardo descubren cementerio indígena

Un extenso tramo de tierra se desbarrancó y quedó al descubierto lo que parecería ser un antiguo cementerio anterior a la colonización.

La laguna San Eduardo de unas 300 hectáreas de superficie y una profundidad que llega en su punto medio a siete metros, es conocida por muchos pescadores colonenses que llegan en busca de su profusa riqueza ictícola.

El espejo de agua se encuentra ubicada a diez kilómetros de Villa Cañas y esta situada sobre el antiguo cauce del Río Quinto que drenaba el agua desde la provincia de Córdoba.

Los hallazgos arqueológicos se suceden en esa zona y particularmente parecen llegar cuando retroceden las aguas de las numerosas lagunas que existen en el sector.

Los importantes descubrimientos sorprenden a los arqueó-logos de la Universidad de Rosario y La Plata que trabajan en forma conjunta. Según se pudo conocer, hace una semana se desmoronó una porción de la barranca de tres metros de alto y unos seiscientos metros de largo de la laguna.

Un trabajador rural que se encontraba recorriendo la zona observó el fenómeno y al acercarse pudo reconocer restos óseos humanos, piedras que habrían sido usadas como morteros para moler granos y osamenta de animales.

Antigüedad

Los técnicos trataran de averiguar la antigüedad de los huesos hallados a través del Carbono 14. Las expectativas son muchas, se debe recordar la primicia de Colón Doce donde se anunció el hallazgo de una pisada humana muy nítida y otras dos difusas que tienen nada menos que nueve mil años de antigüedad, asentada sobre “tosca negra”.

Este particular sedimento tiene origen en cenizas volcánicas provenientes de la cordillera de los Andes, situada a unos seiscientos kilómetros.

Por otro lado, en la laguna “La María”, se encontró en l999 el esqueleto de un hombre de 2000 años de antigüedad y que dio comienzo a una serie de investigaciones y estudios de campo.

Con respecto a los restos de las volcánicos hallados y que forman la “tosca negra”, los científicos recuerdan sucesos contemporáneos. En este sentido, la tradición oral habla de la erupción de un volcán en el año l920 y cuyas cenizas llegaron a la zona causando estupor a nuestros en la población.
El hallazgo conmovió a la localidad de San Eduardo.

Las autoridades municipales de la pequeña población (situada entre Villa Cañas y Venado Tuerto) decidieron resguardar el sitio de los curiosos que puedan alterar el escenario natural en el que aparecieron los restos. Además de los huesos que aparecen en la superficie, hay piezas semienterradas en la barranca, incluso, algunas están fragmentadas.

Especulaciones

Las primeras especulaciones que deja trascender el equipo arqueológico del Museo de Ciencias Naturales de Villa Cañas, indica que se trataría de un cementerio indígena que podría ubicarse entre los años 1400 a 1500 de nuestra era.

La ubicación en esa fecha sería anterior a la conquista española.

La zona en cuestión donde existen decenas de lagunas encadenadas es un rico sector arqueológico.
Las grandes lluvias primero, la erosión del agua contra las barrancas de los espejos del agua en forma posterior, y por último épocas de grandes sequías ponen al descubierto naturalmente los diversos hallazgos que conmueven la región.