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27/11/2003
Editorial

“ALCAtraz”


cinthia2711 (8k image)La ofensiva norteamericana apunta con el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (más conocido como ALCA) a América Latina y el Caribe.


Por la Lic. Cinthya Calvigioni


Los vestigios de una cultura devastada por cientos de años de dominación cultural y económica resisten para que el último bastión de soberanía no culmine “presa” entre la “rejas de la cárcel (o país) más imperialista del mundo.


¿Qué paradoja no? El “alca” es un ave palmípeda de la familia de las alcídeas, muy semejante al pingüino o pájaro bobo.


¿Creerán que nuestro pueblo es torpe, que ofreciéndole “pescado” vamos a bailar al compás de su música o satisfacer sus ansias de poder?


Creo que subestimaron al pueblo latinoamericano. La gente se informa, se instruye sobre este posible acuerdo. Se instalaron foros de discusión, mesas de debate y movilizaciones de protesta. América Latina no se rinde fácilmente. Nuestros hermanos bolivianos así lo demostraron hace poco. Porque no podemos ser indiferentes. Porque afecta nuestra vida, la de nuestra familia, la de nuestros amigos y vecinos.


Haciendo un poco de historia veremos que en 1492, cuando fue descubierta América, se inició el mayor proceso de expropiación económica y cultural de la historia del hombre. Nos saquearon nuestra identidad. Hoy, quinientos años después, el ALCA es un proyecto de recolonización y absorción de América Latina y el Caribe.


El voraz apetito de dominación estratégica norteamericana no se detiene con la guerra de Irak. El consumo, megaestrella de su economía, está herido por el pánico y la inseguridad: Necesitan de este pacto colonial.


Queda claro que, si utilizamos la memoria, recordaremos los nefastos años de la dictadura y el menemismo de los 90. Para quienes afirman que el ALCA sería una posibilidad para que esta parte del planeta adquiera “espíritu emprendedor” habría que refrescarles la memoria explicándoles que la apertura indiscriminada y el aumento de las exportaciones no significaron en Argentina un bienestar para la mayoría del pueblo. Solo fueron medidas que iniciaron el peor proceso de redistribución regresiva del ingreso.


Además nuestros mercados no son “pequeños” sin una causa que lo sustente. La desigual distribución del ingreso en el mundo provocó esta condición. Las diferencias por lo tanto se ahondarán. El ALCA solo generará un intercambio desigual arrasador para las economías más débiles.


Nuestra voz colectiva debe hacerse oír. La conciencia de nuestros derechos debe resurgir de lo más hondo de nuestro ser. Nuestra lucha por defender la tierra que heredamos de nuestros antepasados debe ser nuestro estandarte.


No podemos permitir que se diseminen el hambre generalizado, la exclusión social, el desempleo, la falta de viviendas, el rechazo a nuestro derecho ciudadano a la salud y la educación.


Ya un día permitimos que se llevaran YPF, Aerolíneas, Gas del Estado, los ferrocarriles, los aeropuertos.
Debemos impedir que se apropien de los restos del naufragio. Defendamos con vehemencia nuestra tierra, nuestros recursos naturales, nuestra cultura y nuestra identidad.


No estamos solos en la lucha. También nuestros hermanos latinoamericanos y nuestros antepasados claman, porque tras quinientos años de sometimiento podamos liberarnos logrando que justicia social no sea solo un enunciado sino una verdad establecida.


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