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| 27/11/2003 |
| Agresión a un vecino La policía secuestró una escopeta |
La historia tiene un comienzo. El domingo 9 de noviembre en las cercanías de un bar de 14 y 56, dos personas se trenzaron en una altisonante discusión. La información dio cuenta que uno de los participantes más conocido con el apodo del “Chavo del 8” y que sería de apellido Biancotto, habría disparado con una escopeta sobre Juan Ruiz. La perdigonada habría dado de lleno en una de las piernas de la víctima, que fue trasladado y curado en el Hospital Municipal. El jueves 20 de noviembre, la policía con una orden judicial allanó el domicilio del sospechoso y encontró la escopeta que deberá ser periciada. El caso policial es por demás emblemático y tiene que ver como la justicia podría demostrar que “El chavo del 8” fue el agresor de Ruiz. Las dudas Con respecto a la escopeta secuestrada existen algunas dudas. La Justicia a través de los trabajos periciales solo podría certificar si el arma de fuego fue disparada últimamente, el tipo de cartucho usado y si tiene huellas digitales en la culata (en el caño es mucho más difícil) y de haber huellas a que persona corresponden. El indicio no sería suficiente para culpar al agresor. Las pericias de los perdigones rescatados en el cuerpo de Ruiz, no podría certificar que fueron disparados por la escopeta usada por el “Chavo del 8” . La única forma de identificar el uso debería ser a través de testimonios de personas que estuvieron en el lugar y que podrían reconocer algunas características del arma de fuego como marca, forma del caño, etc. Los perdigones de la escopeta no sirven para ser periciados y determinar de que arma partió. Las balas En cambió si se puede periciar las balas disparadas por una carabina 22 o una pistola 9 milímetros y determinar a que arma corresponden con exactitud. El motivo es que, los caños de las armas de fuego que disparan balas, dejan en cada proyectil su huella dactilar. En este sentido, el fabricante del armas de fuego, en el proceso pasa una especie de “uña” por el interior del caño. Las marcas efectuadas son la identidad del arma de fuego. Esas marcas quedan en el proyectil disparado y de esta manera se puede distinguir el arma con el cual fue disparado. Por otro lado, los chalecos antibalas solo sirven para este tipo de proyectiles. El motivo es que debido a las ranuras realizadas por la “uña” la bala gira a mucha velocidad, quedando atrapada por las diferentes capas de tela que tiene el chaleco antibala. En cambio el perdigón al salir directo (sin giro) perfora fácilmente los chalecos de seguridad. Una de los formas para identificar al que arremete con un arma de fuego es la prueba de der-motest. En este caso el “Chavo de 8” fugó y la misma no se pudo realizar. La prueba de dermotest se hace con parafina y revela si existe rastros de pólvora en la mano del agresor. En algunos casos la prueba no sirve o es desechada por la justicia, debido a que una persona fumadora le daría positiva por los nitratos que quedan en sus manos. Tampoco la prueba serviría en un operario que haya tenido contacto con fertilizantes.
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La policía sobre la salida de nuestra última edición realizó un procedimiento en una vivienda de 15 y 56. El responsable de la agresión sigue prófugo.