Dos mujeres asesinadas y una pasión

Los cuerpos aparecieron en rutas de la región con cinco meses de separación. Fueron violadas y asesinadas a golpes. Las coincidencias.

El miércoles 2 de julio de 2003, Boca Juniors había ganado su quinta Copa Libertadores, al derrotar al Santos por 3 a 1.

Los goles habían sido marcados por los atacantes Carlos Tévez a los 20 minutos, Marcelo Delgado a los 83 y el zaguero Rolando Schiavi a los 94. Para Santos descontó el zaguero Alex a los 75 minutos. Los festejos duraron hasta altas horas de la madrugada.

El domingo 9 de noviembre de 2003, los xeneises superaron con un baile Monumental a River Plate por 2 a 0. Los boquenses siguieron hasta altas horas de la madrugada liberando su alegría.

En otro sentido, las crónicas policiales de ambas fechas dieron cuentas de la aparición de dos cadáveres de mujeres violadas y asesinadas. La metodología empleada por los asesinos fueron similares.

Los cadáveres fueron «tiradas» a orillas de dos rutas que conectan nuestra región.

La pregunta es ¿Puede existir una patota que se traslade por algún partido de fútbol importante a la Capital Federal y al regresar a alguna localidad del interior del país cometan feroces homicidios?

Las coincidencias

El 10 de julio de 2003, en la ruta provincial Nº 30, en el paraje conocido como «Los indios», ubicado en cercanía de la ciudad de Rojas, un trabajador rural encontró el cadáver de una mujer oculto entre largos pajonales.

El curtido hombre de campo, observó que el vestido estaba levantado y por debajo quedaba al descubierto una bombacha con los colores de Boca Juniors. (El dato es para no obviar)

El cuerpo de la infortunada mujer se encontraba vestido, en avanzado estado de descomposición y una de sus piernas había sido comida por animales.

El informe forense señaló que la mujer tendría entre 30 y 35 años y habría fallecido aproximadamente 8 días antes.

La causa de la muerte fue un fuerte golpe en la cabeza que le ocasionó una fractura y hundimiento de cráneo. Los investigadores del caso dijeron que la mujer fue violada y el homicidio habría ocurrido en otro lugar.

El cuerpo fue arrastrado seis metros desde la cinta asfáltica y depositado donde finalmente fue encontrado.

El cadáver estaba vestido con una remera, campera de jean y una pollera minifalda. No tenía documentos personales. El homicidio jamás fue esclarecido.

Como dos gotas de agua

El lunes 10 de noviembre en la intersección de la Ruta 8 y el Camino de Buen Ayre, un ciclista encontró el cuerpo de una mujer dejado a la vera de la cinta asfáltica.

El asesinato fue descubierto en la mañana del lunes cuando la policía de la seccional tercera fueron alertados telefónicamente sobre el hallazgo de un cadáver de sexo femenino a metros de la Ruta 8.

Según los peritos, la víctima tenía entre 20 a 25 años, había sido violada y salvajemente golpeada en la zona del cráneo.

La mujer no tenía ningún tipo de documentación y habría sido asesinada en otro lugar y luego depositada donde fue encontrada.

El cuerpo a igual que el cadáver hallado en cercanías de Rojas no presentaba ningún impacto de bala. El caso tampoco fue resuelto.

El interrogante es que solamente son coincidencias entre dos casos sin relación alguna o existe una patota que viola y mata a mujeres luego de grandes festejos futboleros.