El agua de Colón y la posibilidad de contaminación

Nitratos, arsénico y la relación con el cáncer es una posibilidad abierta en Colón. Un trascendido indica la posibilidad de que se pueda contaminar bacteriológicamente.

El estado bacteriológico y físico químico del agua potable que diariamente consumimos es una preocupación constante de los pobladores y autoridades de las distintas localidades bonaerenses.

Un ejemplo, lo dio el ministro de salud provincial Ismael Pasaglia que ante un estado de sicosis generalizado debió salir a desmentir ante la opinión pública que el agua de Zárate no estaba contaminada bacteriológicamente.

Los pobladores ante 60 casos de meningitis menincosica relacionaron rápidamente la enfermedad con el vital líquido. Por otro lado, la dirección de Delitos Ecológicos de la policía Bonaerense investiga una denuncia presentada contra las empresas Edesur y Aguas Argentinas.

La primer empresa fue denunciada por el organismo Controlador de Servicios Públicos por contaminación de acuíferos vertiendo el peligroso PCB. En tanto, se responsabiliza a Aguas Argentinas por el ascenso de napas freáticas al dejar de usar los pozos que se nutrían del Puelche porque contendría nitrato. La denuncia fue presentada por violar la ley bonaerense 24.051 de residuos peligrosos.

Aunque parezca mentira el delito podría enmarcarse como de lesa humanidad, previsto en el Estatuto de Roma, por considerar que los hechos que se imputan están vinculados ‘a actos infrahumanos que menoscaben gravemente la integridad física o mental, la salud o la dignidad humana‘.

Cabe destacar que en nuestra ciudad el 25 por ciento de las personas que fallecen en un año, tienen diagnosticado como causa de muerte el cáncer.

Las sospechas sobre las 60 muertes anuales por la cruel enfermedad giran sobre la posibilidad real que los causantes principales sean los altos contenidos en agua de arsénico y nitratos.

En ambos casos, la Organización Mundial de la Salud tiene estos componentes como cancerígenos.

En reiteradas oportunidades periodísticamente se pidió “un mapa de la enfermedad” delimitando los casos de cáncer y así poder realizar una investigación caso por caso para ir descartando posibilidades.

Por otro lado, hace un mes desde dos barrios se denunciaron decenas de casos de diarrea y en la población “círculo” el fantasma del agua.

En este sentido, no pudimos “perforar” el secreto sobre el estado bacteriológico del vital líquido en el momento de los casos de diarrea, aunque todo indica que existe una posibilidad cierta de que pudiera tratarse de una contaminación.

Por otro lado, los pozos de agua estarían descuidados y no existe un registro diario de la clorinación del agua que consumimos.

El cloro es fundamental para combatir cualquier tipo de contaminación bacteriológica.