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05/11/2003 |
Estela Carlotto en Colón Treinta mil duendes en el Concejo Deliberante. Excelente trabajo de la Comisión Provincial de la Memoria y de los alumnos del Instituto Santa Marta y la Escuela Media Nº 2. |
La ex docente, Estela Carlotto visiblemente emocionada se despidió diciendo “Gracias a la vida”. Sobre su pecho lucía el trapelakucha de origen Mapuche, tallado por el artesano Fernando Sonet. La tradición indígena indica que en cada una las partes que lo componen, se puede leer la vida de la persona que lo lleva sobre su pecho. Seguramente una cuenta del prendedor de plata, estará marcada con la fecha 1976. Ese año siniestro, cambio la vida de la docente platense. Un día se encontró marchando en Plaza de Mayo y bajo el emblemático pañuelo blanco, se convirtió en el símbolo de la lucha pacifica. El merito es infinito. Un grupo de mujeres solas enfrentó sin armas, a la maquinaria asesina más sangrienta que recuerda el país: el Proceso Militar y los vestigios que continuaron luego de su derrocamiento. La sociedad camina despacio y sin pausa hacia los grandes cambios. El reloj de la historia, puede ser retrasado por los espectros que quedan en política, una o diez horas, pero inexorablemente va a marcar la hora de la verdad. El trabajo de la Comisión Provincial de la Memoria y los alumnos de la Escuela Nº 2 y el Instituto Santa Marta fue excelente. El video denominado “De Memoria, en construcción del pasado de nuestro porvenir” fue realizado con inteligencia y buen gusto, tiene una excelente musicalización, textos en off adecuados y quedará para las futuras generaciones en el Museo de la Ciudad. El trabajo cinematográfico dura 83 minutos y es una apretada síntesis histórica de lo acontecido en la ciudad durante el Proceso Militar. Por otra parte, la revista “De Fierro” es una muy buena idea para acompañar y servir de apoyatura a la memoria “viviente” de una comunidad “hambrienta” por conocer la verdad. En el Concejo Deliberante había decenas de llamitas que habían comenzado a iluminar la conciencia de muchos colonenses. |