Proponen crear refugios especiales

En territorio bonaerense se presentaron 30 mil denuncias por maltrato a mujeres. Aumentó un 40 por ciento con respecto al año anterior.

De acuerdo a datos estadísticos suministrados por el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, a través del Programa de Atención y Prevención de la Violencia Doméstica, entre enero y diciembre del año 2002 en las doce comisarías de la Mujer creadas en la Provincia se recibieron 30.000 denuncias de mal trato, representando un incremento del 40 por ciento en relación al año anterior.

Teniendo en cuenta estas cifras se presentó en la Legislatura bonaerense una iniciativa para crear una casa refugio de la mujer golpeada en cada ámbito territorial determinado y delimitado de acuerdo a la división efectuada para cada Departamento Judicial de la Provincia, su domicilio será confidencial a los efectos de proteger la integridad y seguridad tanto de las personas que allí sean albergadas como las del personal que cumpla tareas en la misma.

Funcionarán durante las 24 horas todos los días de la semana y contarán con un equipo inter-disciplinario conformado por psicólogas trabajadoras sociales, asistentes sociales y abogadas, el que será coordinado por una mujer con formación en disciplinas sociales debidamente acreditadas. En tanto, las autoridades educativas, sanitarias y administrativas deberán atender los requerimientos y gestiones realizadas por los equipos de trabajo.

El proyecto

El proyecto de Ley de la Diputada Filomena D’ Ambrosio (UCR), contempla la posibilidad que La Casa Refugio de la Mujer Golpeada pueda realizar convenios con los municipios, organismos internacionales, ONG e instituciones comprometidas con la problemática.

«Sin duda, sostiene la legisladora, la violencia familiar es uno de los dramas a los que tradicionalmente la sociedad le ha dado la espalda, circunscribiendo el tema al ámbito de lo personal y privado, desconociendo que existen caracteres profundamente sociales y políticos, resultado de las relaciones de estructura de poder, dominación y privilegio entre hombres y mujeres».

Es frecuente que ante situaciones de violencia o abuso psíquico o físico en el núcleo familiar, éstas se mantengan ocultas por temor o vergüenza, determinando que el padecimiento cotidiano se alimente del prejuicio y el secreto, de allí que sea necesaria la intervención del Estado tanto en la prevención como en la protección de quienes se convierten en víctimas, las mujeres y los hijos